El Consell de Govern ha aprobado este viernes el Código ético que regirá al Ejecutivo balear, que será de aplicación obligatoria a las personas titulares de cargos públicos y al personal eventual de la comunidad autónoma en el ejercicio de sus funciones.
Este código pretende recuperar la confianza de la ciudadanía en sus instituciones, en la actuación cotidiana de los cargos del Govern, han señalado en rueda de prensa la consellera de Transparencia, Ruth Mateu, junto a la portavoz del ejecutivo balear, Pilar Costa.
Mateu ha explicado que es una medida de carácter «preventivo», pero no «sancionador», y no regula qué ocurrirá en el caso de que algún cargo público del Govern sea investigado o imputado en un caso judicial, ya que esto lo regulan los propios códigos de los partidos políticos.
«En el actual contexto político el Govern entiende que es deber inexcusable ofrecer a los ciudadanos un compromiso real y efectivo con un Código Ético», ha señalado la consellera de Transparencia.
Se trata de «unas pautas de conducta que nos autoimponemos», ha apuntado por su parte Costa, quien ha puesto en valor la aprobación de este código, que busca prevenir futuros casos de corrupción.
El Código Ético regula, entre otros, los comportamientos relativos a la imparcialidad y la objetividad, como la toma de decisiones, en las que «no se debe incurrir en conflictos de intereses y evitar cualquier práctica que pueda levantar sospecha de favoritismos».