El 8,38 % de los padres con hijos recién nacidos solicitaron en 2015 un permiso de excedencia para cuidarles, lo que supone un aumento de 5,3 puntos sobre el porcentaje del 3,03 % del año 2005, diez años antes.
Sólo Canarias (14,33 %), Asturias (9,41 %) y Madrid (8,51 %) superan a los padres de Baleares en 2015, mientras que la media estatal ese año fue de 6,67 %, por debajo del porcentaje del archipiélago.
Son datos del Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales facilitados por el Foro de la Familia de Baleares (FFB) en un comunicado.
Mientras tanto, entre esos dos años, el número de mujeres que pidieron una excedencia disminuyó del 96,97 % en 2005 a 91,62 % en 2015. Es decir, se produjo una caída de 5,3 puntos en las peticiones de las madres.
Las madres de la islas se situaron por debajo de la media estatal del 93,33 % del año pasado.
El FFB reclama un pacto social que sirva para armonizar horarios laborales, escolares, comerciales y familiares y recuerda que en países como Holanda, Francia, Alemania, Suecia o Noruega, la racionalización de horarios ha hecho posible tres objetivos simultáneos: una mayor incorporación de la mujer al mundo laboral, y el aumento del índice de fertilidad y de la productividad en relación con el número de horas trabajadas.
Esta foro mantiene que existen muchos datos que demuestran que la clave para la conciliación entre trabajo y familia es la flexibilidad, tanto en el tiempo como en el espacio.
Estas políticas, señala el FFB, son las más demandadas por los empleados, aunque algunas empresas todavía se resisten a generalizarlas porque temen las dificultades organizativas que su puesta en práctica supone.
El 70 % de los trabajadores españoles considera que su trabajo no es flexible. «Lo que de verdad ayuda a que el trabajo no se convierta en un obstáculo para el desarrollo del proyecto personal es el convencimiento de los empresarios», mantiene el FFB.
La «otra asignatura pendiente» en España, y en el resto de países europeos, es la igualdad ya que existe un «desequilibrio considerable» entre hombres y mujeres en lo que cuanto a la división de las tareas domésticas y al cuidado de niños.
Son las mujeres, señala esta entidad, las que principalmente optan por la reducción de jornada o por suspender temporalmente sus carreras profesionales debido a las cargas familiares.
Aunque se trate de una preferencia personal, esta decisión de las madres tienen un «gran impacto» en el desarrollo profesional de las mujeres, la diferencia salarial y el derecho a la pensión.
En 2009, del 18 % de la población activa europea que trabajaba a tiempo parcial, el 31 % eran mujeres frente al 8 % de hombres.
De todos estos datos se deduce que la lucha por la conciliación en Europa sigue siendo «monopolio» de las mujeres, ha subrayado el FFB.