Los tribunales británicos se ponen serios con las falsas intoxicaciones. Un tribunal de Liverpool ha impuesto penas de 15 y 9 meses de cárcel a una pareja que reclamó 20.000 libras al touroperador Thomas Cook tras hospedarse dos años seguidos en un hotel de Calas de Mallorca. Se trata de la primera condena penal por el fraude que ha tenido un coste millonario para empresas turísticas de Baleares.
Según recoge el Liverpool Echo, el juez del caso, David Aubrie, fijó la condena: «Hay que enviar un mensaje: defraudadores como ellos solo pueden esperar ir a prisión». La pareja intentó durante dos años seguidos denunciar el mismo fraude. Sin embargo, las empresa a la que reclamaban descubrió a través de los mensajes que colgaron en Facebook que no sufrieron ningún tipo de problema de salud. Las imágenes les delataban disfrutando de unas vacaciones normales hasta el punto que decidieron regresar el segundo año al mismo establecimiento.
La condena de un tribunal británico supone un paso cualitativo y corta en seco el fraude masivo que se amparaba en una legislación muy favorable a los consumidores.
Al mismo tiempo, un juzgado de Instrucción de Palma investiga a las empresas encargadas de promover las reclamaciones desde la Isla en una causa que permanece bajo secreto de sumario.