El mar de Balears es una de las cunas más importantes de reproducción del atún rojo, pero su presencia en el Mediterráneo no repercute en beneficios económicos para el sector pesquero artesanal del Archipiélago que ve cómo las capturas de esta apreciada especie se las llevan las grandes embarcaciones de atuneros. La recuperación de la población de atunes y los nuevos planes de gestión europeos para este tipo de pesca abren ahora una puerta para que la flota artesanal de Baleares pueda recuperar cuotas de capturas como tuvo antaño.
En la actualidad, la pesca de atún rojo viene fijada por cuotas de capturas. Todo apunta que el año que viene se levantará el plan vigente de recuperación y se fijará un nuevo plan de gestión que determinará nuevos cupos de capturas para las diferentes modalidades.
Pero este nuevo reparto de cuotas pesqueras no será nada fácil. Desde la Federació de Confradies de Pescadors, su secretario, Antoni Garau, alerta que «las grandes floras atuneras no están dispuestas a ceder ningún porcentaje de cuota para que entren las embarcaciones artesanales del Mediterráneo dentro de este nuevo escenario de gestión».
En el último reparto, Madrid no apostó por los intereses de Baleares ya que la cuota fijada para las Islas en 2017 fue de 67,25 toneladas por campaña, de las cuales el 19 % estaba reservado a la flota pesquera artesanal. Según Garau, que en realidad la flota artesanal solo pesque unos 10 atunes rojos cada temporada «debido a las números normas que tiene el sector».
Historia
Todo apunta que la Secretaria General de Pesca primará en este nuevo reparto las capturas históricas documentadas. Garau recuerda que Balears tienen un gran histórico de pesca de atún rojo.