La Conselleria de Territorio, Energía y Movilidad ha puesto en marcha una línea de ayudas dotada con 800.000 euros a empresas y particulares interesados en autoabastecerse mediante placas fotovoltaicas.
Estas ayudas, que financiarán a fondo perdido entre el 40 % y el 60 % del proyecto, permitirán generar cerca de 5.000 kilovatios en energías renovables en Baleares, ha explicado hoy el conseller Marc Pons.
En una rueda de prensa realizada en el Hotel Portixol, una de las empresas que se benefició de estas ayudas el año pasado, el conseller ha señalado que con las subvenciones, que podrán solicitarse hasta el 12 de julio, el Govern suma ya 5 millones de euros en aportaciones para el fomento de las energías renovables, que han favorecido la puesta en marcha de unas 350 instalaciones públicas y privadas.
Además, Pons ha destacado que, al finalizar este año, las islas sumarán 7.000 kilovatios en energías renovables y ha recordado que en la pasada legislatura a penas se llegó a los 1.000 kilovatios.
El director general de Energía y Cambio Climático, Joan Groizar, ha apuntado que «las placas fotovoltaicas son inversiones rentables».
«En pocos años recuperas la inversión y, una vez que la has amortizado el coste, aún te quedan unos 10 o 15 años de energía», ha subrayado.
En relación a la rentabilidad de las placas, el director del Hotel Portixol, Michael Lamstrong, ha señalado que, aunque el ahorro se podrá apreciar mejor en 2019 cuando sea posible comparar la diferencia de costes que ha habido de un año a otro, tienen calculado que van a pagar entre 2.000 y 3.000 euros menos al año.
Según el conseller, estas ayudas pretenden hacer posible la reducción del uso de combustible fósiles para contribuir a un entorno «más sano», además de favorecer la competitividad de los establecimientos.
«Es muy importante provocar el menor impacto posible al medioambiente. Además de la energía fotovoltaica, nosotros hemos apostado también por la energía solar, la energía biotérmica y hemos incorporado luces led», ha explicado Lamstrong.