El presidente del Gobierno ha participado en Palma en una convención de turismo del PP. Critica algunas propuestas del Govern de Armengol, pero cree que será posible llegar a un acuerdo sobre el REB.
¿Habrá o no subida al 75 por ciento del descuento?
—Estas cuestiones entran dentro de la negociación presupuestaria. En los presupuestos de 2017 dimos respuesta a las aspiraciones en esta materia, como nunca se había hecho hasta entonces. Yo espero que en los de 2018 podamos volver a hacer cosas positivas para Balears.
¿Cree que podrá aprobar el Presupuesto? Parece extravagante pedir el apoyo del PSOE.
—Espero que salga adelante porque son unos buenos Presupuestos para todos los españoles. Hemos superado una dura crisis gracias a la gestión del Gobierno del PP y a muchos esfuerzos hechos por todos y ahora podemos plantear unos presupuestos en los que hay más gasto, más inversión y más beneficios en pensiones, en sueldos de funcionarios, en Estado de Bienestar, en la financiación autonómica, en infraestructuras… Lo verdaderamente extravagante sería que los presupuestos más sociales y expansivos de los últimos tiempos no fueran aprobados por tácticas partidistas de vuelo corto.
En los últimos meses ha habido un aumento de la tensión entre el Govern balear y su Gobierno. Da la impresión de que hay una especial vigilancia a las Islas.
—Las Islas Balears es una de las joyas de España en muchos sentidos, no sólo por el turismo o las playas, sino por cultura, por tradiciones, por historia y por capacidad emprendedora. No hay una especial vigilancia, no más ni menos que en otras comunidades. Yo aspiro a tener con el gobierno balear, como con cualquier otro gobierno autonómico, una relación leal y fructífera en beneficio de los ciudadanos, al margen de algunos desencuentros lógicos.
Llevan meses negociando un nuevo Régimen Especial.
—Este asunto está en negociación con el Ministerio de Hacienda y va por buen camino, teniendo en cuenta las especiales condiciones de Balears. El ministro de Hacienda ya ha dicho que estaría aprobado en breve, así que pronto estará vigente.
¿Incluirá medidas fiscales?
—La idea del Gobierno es ir al máximo que nos permita la Unión Europea, pero esperemos a que acabe la negociación, que creo que será un buen resultado.
¿Qué opina de las medidas de contención turística aprobadas, como el aumento de la ecotasa?
—No soy partidario de la ecotasa. Fíjese que una de mis grandes peleas en los años mas complicados de la crisis fue evitar subir el IVA del turismo al 23 por ciento como me pedía casi todo el mundo y como, sin duda, nos hubieran impuesto de haber pedido el rescate. Algo estamos haciendo muy bien cuando somos el segundo país del mundo en número de turistas y cada mes que pasa batimos récords. No cuidar el turismo, ponerle trabas sin sentido, es absolutamente incomprensible. Hay más de 2,3 millones de afiliados a la seguridad social que pertenecen al sector. Miles de familias que viven de este sector, miles de pequeñas y medianas empresas que dan servicio al turismo.
El pasado verano volvió a prometer que este verano ya habría sistema de financiación.
—En breve se convocará el Consejo de Política Fiscal y Financiera para tratar este asunto. Debe salir un acuerdo territorial que después se transforme en un acuerdo político en el Parlamento. Lo principal es encontrar un punto de acuerdo que satisfaga en la medida de lo posible las aspiraciones de todos sin romper el principio de solidaridad entre todos los españoles. Si me gustaría decirle que gracias a que la economía ha mejorado notablemente, que llevamos tres años seguidos creciendo a más del 3 por ciento este año las comunidades tendrán 4.000 millones de euros más que el año pasado.
La reivindicación de Balears es seguir aportando a la solidaridad, pero que eso no implique ser una de las que menos recibe.
—Ese Consejo debe servir para escuchar a todos y lograr un acuerdo equilibrado, que recoja todas las sensibilidades y que preserve los principios de solidaridad y de cohesión. Todas las comunidades tienen reivindicaciones y hay que conseguir casar todo en la medida de lo posible.
El conocimiento del catalán no será requisito en la sanidad, pero sí para mejorar de plaza.
—Yo si voy al médico lo que quiero es que me atienda un buen médico, que haya hecho méritos en su carrera de medicina para ocupar el puesto que ocupa, que se haya formado en disciplinas distintas de la medicina, o sea un estupendo especialista, y que yo salga de allí con la tranquilidad de que me ha atendido un excelente profesional. Eso es lo que quiere cualquiera con sentido común y que los mejores médicos estén en los mejores puestos. Se puede promocionar y defender una lengua sin adoptar este tipo de medidas tan excluyentes. Usar la lengua como elemento para crear ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda es una barbaridad.
¿Hay riesgo de expansión del nacionalismo por culpa de Armengol. ¿Usted lo cree?
—Balears es una comunidad con una personalidad propia muy marcada, con una historia y una tradición muy arraigadas en el conjunto de España. Pero ello no tiene por qué traducirse en políticas de exclusión o imposición como hemos visto en otros lugares. No creo que ninguna persona quiera para su comunidad la fractura social que se vive en Catalunya.
¿Está satisfecho del papel de Company?, ¿será el candidato?
—El PP está haciendo un muy buen trabajo en Balears y estoy seguro de que eso lo sabrán valorar los ciudadanos. Company tiene todas las cualidades para ser candidato, aunque ahora no estemos aún en la definición de candidaturas.
Las encuestas auguran un ascenso general de Ciudadanos, también aquí.
—Las encuestas son la foto fija de un momento y últimamente, aquí y en medio mundo, no se han caracterizado por su infalibilidad. El PP es un partido fuerte, con ideas claras y principios sólidos, y responsable, que promete cosas irrealizables. Tenemos en nuestro patrimonio haber sacado a España de dos crisis muy notables y haber gestionado en todos los niveles y en todas las circunstancias. Seguiremos trabajando para las personas.
Poco aficionado a los toros y sin curiosidad por una corrida 'a la balear'
«Siempre he dicho que no soy aficionado a los toros, aunque he ido a corridas, sobre todo en Pontevedra, donde es uno de los eventos centrales de la Feria de la Peregrina». Mariano Rajoy asegura que el Gobierno recurrió los toros 'a la balear' porque consideró que invadía competencias en materia de cultura reservadas al Gobierno central. El TC admitió a trámite el recurso y suspendió la ley cautelarmente y ahora ha levantado esa suspensión cautelar a la espera de resolver el recurso. «Pues estaremos, como siempre, a lo que diga el Tribunal», asegura, pero no aclara si siente curiosidad por una corrida 'a la balear'.
«ETA tiene que desaparecer, pero no sus delitos y su responsabilidad»
El presidente del Gobierno habla por primera vez sobre el comunicado de la banda ETA.
¿Qué valoración hace del comunicado?
—ETA ha sido derrotada, por el estado de Derecho, por todos los españoles de bien, y este comunicado no es más que la constatación de esa derrota. No consiguió ninguno de los objetivos que tenía, no ha obtenido ninguna ventaja por matar, ni por dejar de matar y no conseguirá ninguna ventaja por desaparecer. En primer lugar siempre tenemos que tener presentes a las víctimas de la banda terrorista. Todas ellas han sido golpeadas por su barbarie y es indigno que pretendan establecer distinciones entre unas y otras. Todas ellas merecen siempre nuestro reconocimiento y nuestro apoyo, por lo que han pasado y porque son el referente inexcusable de la victoria de la democracia sobre ETA. Y una última cuestión: ETA tiene que desaparecer porque ese es el único camino que le queda tras su derrota operativa y policial y en ningún caso desaparecen los delitos cometidos ni la responsabilidad por los mismos.
¿Cómo acabará la situación en Cataluña: nuevas elecciones?
—Lo que debería haber es un gobierno; que los partidos que pueden sumar una mayoría se pongan de acuerdo y formen un gobierno dentro de la ley y que trabaje por los catalanes, por todos los catalanes, y no sólo por una parte de ellos. Convendría que Puigdemont y sus acólitos dejaran de tener secuestrada la política catalana y dieran salida a esta situación. Lo único que pido es que cumplan la ley.
¿Cambiaría algo de lo que ha hecho?, ¿toleraría un referéndum pactado? —Yo no puedo negociar lo que no depende de mi, y ese referéndum privaba a todos los españoles, también a los que viven en Baleares, de su derecho a decidir lo que es su país. La Constitución tiene su propio mecanismo para dar satisfacción a quienes quieren hacer un referéndum para salirse de España, pero no es un mecanismo fácil, eso es obvio. Yo no puedo tolerar cosas que no dependen de mí, que van contra la Constitución y que son patrimonio de los españoles en su conjunto. He hecho lo que tenía que hacer, que era devolver la legalidad a Cataluña y cesar a quienes la llevaron a una situación de caos saltándose todas las leyes.