El buque de la Armada cazaminas 'Tajo' ha localizado en la tarde de este viernes, a las 15.15 horas, la avioneta del Ibanat desaparecida y un cadáver, que pertenecería al piloto de la aerenova, Antonio Alfaro. El hallazgo se ha producido en el mar, en el lado oeste de Cala Sant Vicenç, en la zona de Cala Romagueral, a unos 60 metros de profundidad.
El sónar ha sido clave para la localización del aparato siniestrado y del cuerpo. Antonio Alfaro Martín, de 46 años de edad, tenía una dilatada experiencia al mando de este tipo de naves anti-incendio.
El contacto con Antonio Alfaro se perdió a las 18.08 horas de este martes tras iniciar su vuelo de vigilancia rutinaria a las 17.23 desde Son Bonet. Mantuvo su último diálogo cerca de las 18.00 sobrevolando Valldemossa y se activó el protocolo al no regresar a la base a las 18.34.
Con el Ibanat volcado en todos los campos posibles desde el primer minuto, el miércoles se sumaron efectivos de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo junto a policiales locales y agrupaciones de Protección Civil para completar una búsqueda por tierra que resultó infructuosa, ya que no se advirtieron ni partes de la aeronave y tampoco se dio con pistas. Desde el aire, peinando todo el noroeste de la Isla, tampoco se observaron zonas con los destrozos que habría provocado un posible impacto de la aeronave.
El jueves se continuó la búsqueda y los efectivos se ampliaron con dos cazaminas de la Armada. Uno de ellos finalmente ha sido quien ha detectado la avioneta y un cadáver a bastante profundidad. Las embarcaciones 'Tajo' y 'Mimbre', que llegaron a la Isla procedentes de Cartagena, intensificarán los rastreos mar adentro.
Además, el 112 utilizó un dron para la búsqueda, mientras que Protección Civil, Bombers de Mallorca, los especialistas de la Guardia Civil y el Ejército de Tierra se repartieron el trabajo en diferentes zonas por tierra sin encontrar pistas. Con los refuerzos aéreos del Ibanat y el Ejército del Aire sobrevolando la zona marcada por la coordinación, más de 130 efectivos dieron forma al trabajo de campo, aunque alrededor de 300 colaboraron desde otras facetas.