La exconsellera de Transparencia, Cultura y Deportes del Govern, Ruth Mateu, ha declarado este viernes, en el Juzgado de Instrucción número 12 de Palma, que no ocupaba el cargo cuando se realizó el contrato denunciado por el PP, por el que está siendo investigada.
La consellera y el exdirector general de Cultura, Jaume Gomila, estaban citados este viernes en el Juzgado de Instrucción número 12 a raíz de la querella que presentó el PP. La querella considera delictivos unos contratos firmados con empresas de Jaume Garau, quien había sido el jefe de campaña de MÉS per Mallorca en las elecciones de 2015.
Al comenzar la comparecencia, la juez ha realizado las habituales preguntas para centrar el interrogatorio. En ese momento, Mateu ya ha indicado que no era la consellera de Cultura en el momento en el que se tramitó el contrato, en 2016, y que por tanto no participó en el mismo, según han informado fuentes próximas al caso.
Este hecho ha provocado que su interrogatorio fuera muy breve, y que la acusación le pudiera formular muy pocas preguntas.
Mateu, que actualmente es secretaria de programas y formación dentro de la ejecutiva de MÉS per Mallorca, sí ha puntualizado que conoce el contrato porque se informó al respecto a raíz de la querella. Se trata de un estudio sobre las preferencias del público de la Orquesta Sinfónica de Baleares.
A preguntas del fiscal Anticorrupción Juan Carrau, Mateu ha argumentado que no tendría sentido haber encargado este estudio a otro organismo como el Instituto Balear de Estadística (Ibestat). La exconsellera ha precisado que el Ibestat sólo recopila las estadísticas ya marcadas por su plan anual, y que para realizar un trabajo como éste tendría que subcontratarlo.
Así, la exconsellera ha razonado que elaborar el estudio desde el Ibestat no hubiera comportado un ahorro para las arcas públicas, dado que la única diferencia sería el órgano contratador.