Alrededor de 20.000 vecinos de los cerca de 32.000 del área sanitaria de Arquitecte Bennàssar, en Palma, se verán afectados a partir de las 22:00 horas de este viernes y, al menos durante 15 días, por las nuevas restricciones para frenar la transmisión del coronavirus. Las medidas engloban a todo el barrio de Son Fortesa Sud y parte de Plaça de Toros, Arxiduc y cuatro calles de Son Oliva y ya son en torno al 9,5 % de los ciudadanos de Palma los que se ven afectados por las nuevas restricciones para frenar el avance de la pandemia en esta segunda oleada.
Las restricciones que se aplicarán son las mismas que desde el pasado viernes por la noche están en vigor en el área sanitaria de Son Gotleu y que afectan a unos 23.000 vecinos de Son Gotleu, Can Capes, La Soledat Nord y parte de Son Canals. Por tanto, el 9,5 % de la población de Palma –con 456.000 habitantes– quedará aislada en su zona de residencia y solo podrá salir por causas justificadas.
La directora general de Salut Pública, Maria Antònia Font, y el alcalde de Palma, José Hila, dieron a conocer este miércoles los detalles de las limitaciones después de que el martes la presidenta Francina Armengol anunciara la medida en el Parlament. Font reconoció que se trata de medidas «difíciles de tomar» y recordó que estas restricciones se adoptan no solo en función de la evolución epidemiológica, sino que también se tienen en cuenta criterios asistenciales y sociales.
La semana pasada, del 6 al 13 de septiembre, en el área sanitaria de Arquitecte Bennàssar se registró una incidencia acumulada de 268 PCR positivas de COVID-19 por 100.000 habitantes, el «doble de la media de Mallorca y hasta siete veces superior a la de la misma zona a principios de agosto», detalló Font. El centro de salud es uno de los que sufre más presión asistencial y, además, se trata de una de las áreas de mayor densidad de población de Baleares. Solo el barrio de la Plaça de Toros tiene 305 habitantes por hectárea.
El alcalde de Palma, José Hila, explicó que la alta densidad de población es el elemento común de las dos áreas sanitarias de la ciudad donde se aplican las nuevas restricciones, si bien ningún barrio de los nuevos es vulnerable. «El virus no entiende de rentas», dijo, al tiempo que hizo un llamamiento a la responsabilidad individual «para no tener que dar más ruedas de prensa como esta». De todos modos, Font indicó que en caso de tener que actuar en otros barrios de Palma o de otros puntos de las Islas, se hará.
Puerta a puerta
Salut también tiene sobre la mesa la posibilidad de mantener solo algunas de las restricciones vigentes transcurridos 15 días. Con el fin de rebajar los contagios, en los barrios afectados por las limitaciones se pone en marcha un plan de acción comunitaria, con el objeto de sensibilizar a la población sobre la importancia de cumplir las medidas de prevención. Además de informar a pie de calle, este plan incluye visitas puerta a puerta a los domicilios de las personas contagiadas para comprobar si cumplen con el confinamiento y conocer las necesidades que tienen. De las visitas domiciliarias realizadas en Son Gotleu, se han detectado un 33 % de incumplimientos, que en algunos casos de debía a necesidades como alimentación o tener que salir a trabajar para pagar el alquiler.