Tres lecciones nos ha enseñado la pandemia, según la presidenta del Govern, Francina Armengol: que el modelo económico debe ser más respetuoso con el medio ambiente, que la sociedad está más frágil de lo que se pensaba, con un aumento de la pobreza; y que la excesiva dependencia del turismo es una carencia estructural para el encarar el futuro de Baleares. Hay que fortalecer el estado del bienestar, apostar por los servicios públicos fundamentales, como la sanidad, y diversificar la economía de las Islas.
Fue el mensaje nuclear de la presidenta en el discurso pronunciado en el acto institucional del Dia de les llles Balears, en el que se entregó la Medalla d'Or de la Comunitat a los trabajadores de la sanidad por su labor infatigable en la lucha contra la pandemia durante este último año.
La presidenta insistió en que la pandemia ha demostrado que es imprescindible apostar por la diversificación económica y señaló que la llegada de los fondos europeos serán fundamentales en ese cometido. Aseguró que estas ayudas serán el «catalizador de la diversificación, la modernización y la transición a esa sociedad más sostenible, igualitaria y cohesionada».
«El virus puede golpearnos y hacernos sufrir, puede robarnos vidas y lágrimas, puede amenazar nuestros proyectos y poner en duda nuestras ilusiones, pero no podrá con nosotros», enfatizó la presidenta. Armengol hizo un recorrido doloroso a lo que ha supuesto este año desde que comenzaron los contagios.
Cansancio
Reconoció que los ciudadanos ya acumulan el cansancio de muchos meses de lucha contra la enfermedad pero también lanzó un mensaje de optimismo para salir de esta situación: «Cuando el castigo de la desesperanza se muestra como un gran enemigo, en medio del temor y de la amenaza, elegimos la valentía y la perseverancia». «De esta saldremos», añadió.
Insistió en que la unidad que ha mostrado la sociedad durante todos estos meses es fundamental para superar los malos momentos que ha dejado el virus «En estas islas sabemos trabajar juntos, como hemos hecho buscando soluciones consensuadas en todos los ámbitos», dijo Armengol, que hizo un recorrido por la ingente labor que han realizado este año los servicios sanitarios y el resto de sectores a quienes se les ha reconocido con los Premis Ramon Llull.
La presidenta trasladó a los sanitarios el agradecimiento «infinito» de la sociedad y valoró que los ciudadanos de las islas hayan sido capaces de «congelar sus sueños y proyectos» para proteger la vida de las personas mayores.
Apelación a la ética
Apeló a la ética para que los ciudadanos se defiendan unos a otros en una situación extremadamente complicada. «Hemos perdido muchos seres queridos, pero saldremos con la certeza de que el alma colectiva de estas Islas está fuertemente enraizada en la ética. La ética para protegernos unos a otros, para trabajar venciendo el miedo, como han hecho miles de profesionales, empresas y sectores esenciales a los que hoy rendimos homenaje», dijo Armengol.
La presidenta ensalzó la labor desempeñada por estos servicios esenciales, que garantizaron la alimentación en momentos duros, la existencia de equipamientos y materiales para conseguir protección frente al virus o la limpieza del transporte y de las calles.
También valoró los esfuerzos de la cultura y del conocimiento y el papel esencial de la educación, la labor del periodismo, fundamental para informar y «alejar la mentira y la confusión»,; el papel de las fuerzas de seguridad para vigilar y controlar la eficacia de las medidas contra el virus, y la labor desempañada por los trabajadores que han tramitado en un tiempo récord ERTE para los trabajadores y ayudas económicas para las empresas afectadas por la crisis derivada de la pandemia. Armengol dio las gracias a los voluntarios que han estado ayudando en un tiempo difícil.
La presidenta se mostró convencida de que el año que viene, cuando se celebre el Dia de les Illes Balears, se podrá decir que los ciudadanos habrán vencido al coronavirus, a la enfermedad y la desesperanza y habrán tomado el camino «del progreso, de la libertad y del justicia».
Medalles D'or
Trabajadores del sector sanitario. Recogió el galardón Víctor Zahínos, enfermero de Son Llátzer que cayó enfermo.
Premis Ramon Llull
Sector primario. Recogió el premio Josep Mayans, de Agroevissa.
Trabajadores esenciales, Lo recogió la cajera Nieves Muñoz.
Empresas esenciales, Ezequial Horrach, transportista.
Servicios sociales. Caterina Massutí, trabajadora social.
Reconversión industrial. Miguel Ángel Benito, de Tot Herba.
Personas que tramitan ayudas, Apol.lònia Julià, graduada social.
Comunidad educativa, Pere Carrió, Consell Escolar.
Voluntariado, Carmen Ferrer, Formenterers Solidaris
Fuerzas de seguridad, Pep Alcina, policía local de Palma.
Sector cultural. Pere Joan Riera, cómic.
Residencias, Soledad Olavarria, auxiliar de enfermería.
Ciudadanía de Balears. Leire Pons, niña de 7 años.