La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha reaccionado este miércoles al último envío de cartas amenazantes con balas, tras conocerse a última hora de este pasado martes que una misiva con proyectiles a nombre de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, había sido interceptada en Sant Cugat del Vallès (Barcelona).
A diferencia de otros actores políticos como Vox, que condenó el envío de la carta a Ayuso mientras su candidata para las próximas elecciones en Madrid, Rocío Monasterio, protagonizó un exabrupto la pasada semana en el debate de la Cadena Ser, cuestionando la autoría de la amenaza recibida por Pablo Iglesias, en este caso Armengol ha censurado dichas amenazas en todos los casos que se han producido, empezando por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el líder de Unidas Podemos, la directora de la Guardia Civil María Gámez, la ministra de Turismo Reyes Maroto, y finalmente la candidata del PP a los próximos comicios madrileños.
En un mensaje en Twitter la presidenta balear alerta de que «nuestra sociedad no puede normalizar ni tolerar las amenazas. La violencia y la intimidación no tienen cabida en democracia. Esta escalada de crispación es muy peligrosa y debe acabar», escribe la mandataria, para sentenciar con una palabra muy definitoria: «seny».