El estudio Restauración de sistemas dunares en las Islas Baleares (2000-2017: una visión crítica, cuyos autores son Francesc Xavier Roig, José Ángel Martín, Antonio Rodríguez Perea y Macià Blázquez, refleja que «la tendencia de recuperación de las dunas en 15 localizaciones analizadas presenta una evolución positiva en términos generales, aunque en todas ellas se deben destacar puntos de reactivación o debilitación, asociados a la gestión realizada».
El trabajo se centra en las actuaciones de recuperación llevadas a cabo en 15 sistemas dunares de Balears: Sa Ràpita-Es Trenc, es Carbó, Can Picafort y Cala Mesquida, en Mallorca; Es Cavallet en Eivissa; Cala Saona en Fomentera; y Son Saura del Sud, Macaralleta, Mitjana, Escorxada, Son Bou, Tirant, Son Saura del Nord, Es Grau y Sa Mesquida, en Menorca.
Pese a esa evolución positiva, el estudio señala que «la implementación del manual de restauración de dunas costeras del Ministerio de Medio Ambiente, con ideas precisas y concretas sobre restauración y regeneración de los sistemas playa-duna, no ha sido aplicada, con un resultado desfavorable sobre sus frentes dunares. En el caso de los sistemas dunares de Balears, no se ha tenido en cuenta la observación de periodos largos de tiempo, superiores a 30 años, con la finalidad de realizar un diagnóstico fiable sobre el comportamiento evolutivo de la línea de costa y su relación con los sistemas dunares delanteros».
Los científicos, todos ellos consultores ambientales o miembros del Departament de Ciències de la Terra de la UIB, destacan que «la restauración dunar requiere un esfuerzo importante de seguimiento y mantenimiento, así como la combinación e integración de diferentes criterios geoambientales, ya que de este modo se maximizan los beneficios que las dunas aportan. Los intentos de restauración han sido parciales en los sistemas playa-duna, ya que, en general, no se han tenido presentes los aspectos geomorfológicos de cada sistema».
Aun así, el trabajo indica que «en general, la implementación de las medidas llevadas en Balears son aptas para cumplir con los objetivos de regeneración y restauración dunar inicialmente planteados. Son técnicas ampliamente aplicadas y de éxito si se basan en criterios geomorfológicos y análisis geoambientales de cada sistema dunar. Su coste es bajo, de fácil aplicabilidad, reutilizables en muchos casos, se sirven de la naturaleza para su propósito e incluso, aun en el caso de errores, pueden ser reversibles con su mantenimiento».
A pesar de estas medidas válidas, el trabajo concluye que éstas han tenido en Balears un carácter marcadamente estético, al no seguir los criterios del manual del ministerio.
Medidas estéticas justo antes de la temporada
El estudio subraya el carácter simplemente estético de algunas actuaciones: «Ello se comprueba con una de las medidas más efectivas para la recuperación del sistema: la instalación y corrección de barreras de interferencia eólica. No se lleva a cabo o bien se coloca justo antes de la temporada turística sin previos estudios de aptitud ni de seguimiento para su posible modificación. Normalmente son desatendidas en invierno. También se constata que actuaciones mínimas se han justificado en la crisis económica».