La reducción de 15 altos cargos que anunció la presidenta del Govern, Francina Armengol, tras la remodelación del Ejecutivo en febrero supondrá al final un ahorro de apenas 202.605 euros, según figura en el proyecto de Presupuestos del Ejecutivo para 2022, que acaba de iniciar su tramitación parlamentaria.
En aquella remodelación se mantuvo el mismo número de consellers y la salida de Pilar Costa, Marc Pons e Isabel Castro se compensó con las entradas de Mercedes Garrido, Josep Marí y Miquel Company. La oposición lamentó que Francina Armengol no aprovechara para hacer una reducción de altos cargos para hacer un gesto con los ciudadanos en plena pandemia.
La respuesta de Armengol fue que no se reducía el número de consellers, pero sí el de cargos intermedios. Anunció la supresión de 15 mandos y señaló que el ahorro sería de unos 800.00 euros al año.
Menos dinero
Sin embargo, los Presupuestos del Govern para el año que viene no recogen ese ahorro. La partida de altos cargos suma 14,1 millones de euros, un ahorro de 202.605 euros, muy por debajo de la estimaciones de la presidenta. Ese ahorro inferior al anunciado se debe a que no se han suprimido 15 cargos, pero también a otro factor: los altos cargos cobrarán un 2 % más el año que viene, por lo que esa subida de sueldo compensa en parte el dinero que se ahorraba con la supresión de altos cargos. Sin esa subida del 2 % de los sueldos, la cantidad ahorrada sería de unos 400.000 euros, la mitad de lo anunciado.
Todos los partidos de la oposición calificaron ayer de «burla» el anuncio de reducción de cargos. El portavoz del PP, Antoni Costa, acusó a Armengol de «vender humo» cuando anunció la remodelación y pidió a la presidenta que recorte en personal político.
Patricia Guasp (Cs) recordó que su partido presentó enmiendas a los Presupuestos de este año para eliminar altos cargos y asesores, con un ahorro global de 1,2 millones de euros solo en salarios sin contar el coste de la Seguridad Social.
Para Jorge Campos, de Vox, la propuesta de reducción de cargos está bien, pero es insignificante, por lo que pidió que cerrar empresas públicas, entre ellas IB3, y reducir a la mitad el Govern y el Parlament. El portavoz del PI, Josep Melià, consideró «inadmisible» que la estructura del Govern y los sueldos no se hayan tocado en la pandemia.