Baleares está a las puertas de vivir su segunda Navidad con la pandemia del coronavirus. A pesar del avance de la vacunación, las Islas vuelven a vivir un repunte de contagios a las puertas de las fiestas, en las que las reuniones familiares y con amigos pueden complicar todavía más su situación epidemiológica. Pero, ¿hay alguna diferencia entre este diciembre de 2021 y el de 2020? Aunque para muchos pueda parecer que la situación es similar y no paran de florecer contagios a su alrededor, las cifras de hospitalizaciones y decesos apuntan a un situación distinta.
Con las estadísticas en mano, Baleares superó este pasado viernes la incidencia acumulada en comparación con el pasado mes de diciembre. La incidencia acumulada a catorce días por cada 100.000 habitantes a 17 de diciembre es de 592,5 casos, mientras que hace un año era de 414,68 casos. No hay duda de que la sexta ola azota con fuerza a las Islas, con todavía más ímpetu a Mallorca (IA14 de 617,2) y Menorca (IA14 711). Ante este escenario, el futuro no es nada halagüeño, ya que Salut prevé que los positivos en COVID-19 seguirán subiendo hasta mediados de enero. «Cómo nos comportemos nos dirá dónde llegará el número de contagios», advirtió este pasado jueves el portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz.
A pesar del aumento del número de contagios, los hospitales todavía no tienen la presión asistencial del pasado año. Si bien es cierto, que en la última semana los ingresos hospitalarios han aumentado un 44 % y las UCI ya se encuentran en riesgo medio de ocupación con 48 enfermos críticos este viernes. Gracias a la vacunación, la situación en los hospitales es mejor que hace un año aunque según la progresión media de los últimos siete días la diferencia de hospitalizados y unidades de críticos respecto a diciembre de 2020 de cada vez es más pequeña. El 17 de diciembre de 2020 había 55 personas en UCI y 248 pacientes con COVID-19 hospitalizados en planta. Un año después hay 48 personas en UCI, solo siete menos, y 234 en planta, 14 menos que hace un año.
El perfil de los hospitalizados también es diferente respecto a diciembre de 2020. A día de hoy, las personas hospitalizadas son más jóvenes que en otras olas, con edades comprendidas entre 50 y 60 años, y muchos de ellos no están vacunados. Cabe recordar que la vacunación disminuye la posibilidad de contraer una infección grave y tener que ingresar en la unidad de cuidados intensivos.
La parte positiva es que hace un año todavía no se había iniciado la campaña de vacunación contra el coronavirus y a día un 88,30 % de la población mayor de 12 años ha recibido la pauta completa. A pesar de que hoy en día se detectan más casos, la inmunización de la población permite que sean menos graves. La tercera dosis de refuerzo para los mayores de 60 años y el inicio de la vacunación infantil también han ayudado a que evitar el colapso del sistema sanitario. En este sentido, las autoridades sanitarias animan a «aumentar el ritmo de vacunación para estar más protegidos», sobre todo con la aparición de las nuevas variantes.
Por otra parte, esta sexta ola es la primera en la que es posible realizarse un test de antígenos de autodiagnóstico antes de acudir al centro hospitalario. Ante las colas y retrasos de las últimas semanas para realizar las PCR oficiales, son cada vez más los que prefieren acudir directamente a su botica para comprobar si están infectados y, posteriormente, notificar el positivo al sistema de salud. Un hecho que también da respuesta al incremento de pruebas positivas respecto al año anterior, se hacen más pruebas y se rastrean más caso que el pasado diciembre de 2020. A falta de una semana para Nochebuena todos aquellos que den positivo a partir de ahora deberán pasar la fiestas aislados.