El juez ha archivado de forma definitiva la querella presentada contra Jorge Campos y la antigua cúpula de Vox, con el secretario general, Sergio Rodríguez en cabeza. Se le imputaba varios delitos de apropiación indebida, falsedad documental, financiación ilegal, además de injurias y calumnias, pero la autoridad judicial considera que estas acusaciones no tienen sentido.
La querella la presentó un militante de Vox contrario a Campos y ya fue rechaza inicialmente por la magistrada de instrucción número 4 de Palma de Mallorca, que consideró que las graves acusaciones no se sostenían. Archivó el caso porque aseguró que el denunciante no presentó ninguna prueba que acreditara las graves que incluyó en su denuncia.
«No se justifica la apertura de un procedimiento penal para la investigación de unos hechos meramente sospechosos, por si los mismos pudiesen ser constitutivos de un delito, es decir, una investigación prospectiva sin aportar un indicio objetivo de su realidad. De lo contrario cualquier ciudadano podría haberse sometido a una investigación basada en la mera apariencia. No cabe una investigación prospectiva sobre la base de meras hipótesis fácticas», aseguró la magistrada al archivar el caso.
Sin embargo, la decisión no satisfizo al querellante, Santiago Galán, que volvió a presentar un recurso para que se reconsiderara su decisión. En principio, tanto Jorge Campos como Sergio Rodríguez debían comparecer ante un juzgado para declarar, pero ni siquiera fueron citados oficialmente. La decisión cierra la puerta a esta causa abierta por una persona contraria a Campos, lo que supone una ratificación de facto de todo lo que dijo la primera magistrada que archivó la causa a finales del año pasada.
Con este archivo, se descarta que hubiera desvío de cuotas de Vox a ACTUA, el partido de Jorge Campos hasta que se fusionó con Vox para las elecciones de 2018. Tampoco se consideraba que hubo un delito de falsedad documental al no aportarse en la querella ni un solo dato objetivo de su existencia «pretendiendo, nuevamente, arrojar la sombra de la sospecha sobre los miembros de la dirección de Actúa Baleares, que con toda evidencia debieron presentar sus cuentas antes de su integración en VOX España».