Este próximo domingo se celebran elecciones autonómicas, insulares y municipales en Baleares. Sin embargo, hay muchos ciudadanos que no se identifican con las propuestas de ningún partido político y se están planteando votar en blanco, depositar una papeleta nula o no ir a las urnas. En el caso de que se dé alguno de estos supuestos, los electores deben tener claro que tienen implicaciones directas en el resultado de las elecciones.
El director del Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES), Gonzalo Adán, explica que «el voto nulo es el voto inservible, que no se puede contabilizar por numerosos motivos; esencialmente, porque está rota la papeleta, manchada o tachada, etc. Por ley, se considera que es un voto nulo y se tira a la basura, es como si no hubiera ocurrido; aunque se contabiliza».
Por su parte, «la abstención consiste en no ir a votar y a la hora de establecer los escaños -que es lo que forma gobiernos y, por tanto, lo importante- no cuenta». Por último, Adán aclara que «el voto en blanco se considera válido, se contabiliza y forma parte del cómputo, pero no se convierte en escaños. No es abstención, ni voto nulo, ni válido. Es un sufragio válido, pero no convertible a escaños».
Adán destaca que el voto en blanco sí que tiene efectos en la barrera establecida para que los partidos políticos puedan entrar en las instituciones: exactamente es del 5 %. En este punto, el director del IBES advierte que si el porcentaje de papeletas en blanco es muy elevado sí podría provocar que «la barrera del 5 % estuviese altísima y partidos políticos pequeños tendrían muy conseguir representación». Sin embargo, matiza que eso nunca sucede, ya que los votos en blanco no suelen llegar ni al 1 %; suelen estar entre el 0,5 % y 0,8 % del total. Por tanto, «no perjudica ni beneficia a nadie».