La vuelta al cole está cerca y en las últimas semanas se ha hablado mucho sobre el tipo de jornada que se aplica en los centros escolares. Los expertos defienden los beneficios de la partida, pero el 79,48 % de los centros escolares de Baleares la tienen continua. Según los datos que han sido facilitados por parte de la Conselleria d'Educació, sólo hay un colegio público que tiene jornada partida, el Ses Quarterades, de Calvià; las 291 instalaciones de enseñanza restantes cuentan con horario seguido. En el caso de los centros concertados, ambas opciones están prácticamente igualadas: el 53,23 % de los 201 que hay en las Islas la tienen seguida y el 46,77 %, partida. Sin embargo, en los privados la opción claramente mayoritaria es la de horario partido, ya que ocho de los nueve centros ofrecen esta modalidad.
Desde la Conselleria d'Educació han explicado que «la implantación de la jornada partida o la continuada depende de cada centro; cada uno tiene la potestad de cambiarla. En el caso de los públicos, son las Apimas las que hacen la propuesta y los padres votan si quieren modificar. En los concertados, igualmente, los padres pueden hacer la propuesta pero la decisión final también depende de la dirección del centro».
¿Qué jornada es mejor para los alumnos?
Daniel Gabaldón, investigador de la Universidad de Valencia que ha realizado un estudio sobre este asunto, destaca que «la jornada partida se ajusta mejor a los ritmos de atención/fatiga y son horarios más saludables». En relación a esto último, argumenta que hay «más descansos, comen antes, duermen más, están con amigos (socialización) y adultos (custodia), por lo que están mejor acompañados y pasan menos tiempo solos; así que ven menos pantallas. La contra es que a algunas familias no usuarias del comedor no les viene bien llevar y recoger dos veces al día a los menores».
También reconoce algunas ventajas de la jornada continua, aunque con matices. «Esta opción permite al alumnado, cuyas familias se lo pueden permitir, asistir a clases particulares de contenidos curriculares o no, que dan la oportunidad de distinguir su formación de las de otros alumnos que no lo hacen». Sin embargo, advierte que «es a costa de devaluar la educación obligatoria de todos, que pasa a impartirse en mayor medida en horarios poco eficientes y de manera compactada, lo que reduce su rendimiento y el de sus compañeros». Otra virtud de la continua es que «el profesorado puede trabajar con horario compactado, lo que les da más flexibilidad para organizar sus tardes con mayor libertad».
La presidenta de Escola Catòlica, Llúcia Salleras, defiende la jornada partida en los centros escolares y asegura que la entidad a la que representa «siempre pone por delante el bienestar de los alumnos». En este sentido, expone que la mayoría de los centros integrados en Escola Catòlica cuentan con esta modalidad, ya que «encaja mejor en el proyecto educativo». «Educación es todo lo que engloba el día a día de un niño», asevera.
El secretario general de Enseñanza de CCOO, Mario Devis, es partidario de «priorizar lo mejor para el aprendizaje de los alumnos»; pero reclama más informes para poder concluir que la jornada partida es mejor, ya que hasta hace poco se pensaba que la más optima era la continua. En su opinión, «si las futuras investigaciones también van en esta línea, acabará articulándose el horario partido».
El secretario general de Enseñanza de UGT, Tino Davia, defiende mantener la jornada continua y lo justifica porque «la mayoría de nuestros trabajadores y algunos padres lo pidieron para mejorar la conciliación familiar». Sin embargo, reconoce que están publicándose estudios que ponen de manifiesto que el horario fragmentado es más beneficioso para los estudiantes.
Desde la Federación de Asociaciones de Familias de Alumnos (FAPA) no han querido posicionarse sobre qué tipo de jornada es más conveniente porque reconocen que tiene diversas opiniones sobre esta cuestión. «Es un tema en el que las familias tienen diferentes opiniones. Es un asunto muy complejo porque no sólo se debe tener en cuenta lo que pasa dentro de la escuela, sino cómo esta se coordina o se encasta en todo el entramado social. Si mueves un horario tiene repercusión en muchos aspectos: implica familia, trabajo, actividades complementaras, organización de los horarios comerciales, etc.», exponen los representantes de las familias.