La covid-19 ha pasado a ser una enfermedad común, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado la pandemia por concluida. Por ello, ahora sólo pueden inocularse aquellas personas que se encuentren incluidas en los grupos de riesgo. En concreto, se trata de las que tienen 60 años o más; así como las de 5 años o más que se encuentren internas en centros de discapacidad y residencias de mayores o en otras instalaciones institucionalizadas de manera prolongada y residentes en instituciones cerradas.
También podrán vacunarse los ciudadanos menores de 60 años si tienen diabetes mellitus y síndrome de Cushing, obesidad mórbida, enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas o respiratorias, incluyendo la displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma; así como patología renal crónica y síndrome nefrótico, hemoglobinopatías y anemias o hemofilia, otros trastornos de la coagulación y trastornos, hemorrágicos crónicos; o bien, que sean receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples. También están incluidas la asplenia o disfunción esplénica grave, la enfermedad hepática crónica, incluyendo el alcoholismo crónico; y las enfermedades neuromusculares graves.
Novedades en la campaña de vacunación estacional 2023-2024
Cabe precisar que el Ministerio de Sanidad ha incluido una serie de novedades en la campaña de vacunación estacional 2023-2024. De este modo, se aconseja inocularse contra la COVID-19 a las personas que padecen inmunosupresión (incluyendo las inmunodeficiencias primarias y la originada por la infección por VIH o por fármacos, así como en los receptores de trasplantes y déficit de complemento), a los enfermos de cáncer y hemopatías malignas; al igual que a los que tienen fístula de líquido cefalorraquídeo e implante coclear o en espera del mismo. También pueden ponerse la vacuna los celíacos, los pacientes con enfermedad inflamatoria crónica; así como los que padecen trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down y demencias, entre otras.
Salud aconseja a las embarazadas que se vacunen en cualquier trimestre de gestación y también a las mujeres durante el puerperio (hasta los 6 meses tras el parto y que no se hayan vacunado durante el embarazo). Además, deben protegerse las personas convivientes con aquellas que tienen alto grado de inmunosupresión, junto a los convivientes de los enfermos de riesgo citados anteriormente.
Con la finalidad de reducir el impacto y el mantenimiento de servicios críticos y esenciales a la comunidad, también deben protegerse los trabajadores de los centros y establecimientos sanitarios y sociosanitarios públicos y privados; los de los servicios públicos esenciales, con especial énfasis en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, las Fuerzas Armadas, Bomberos y los servicios de protección civil.