El director de la Fundació Impulsa, que trabaja para la competitividad global de las Islas, defiende que los ciudadanos de Baleares aguantan la inflación gracias al ahorro realizado durante la pandemia de la COVID. Sin embargo, Antoni Riera también advierte de que se vislumbran cambios en el consumo más generalizados, una tendencia que podría quedarse pues la perspectiva económica para 2024 no se presenta halagüeña. La inflación sigue, advierte, aunque no lo hará con la misma intensidad.
Baleares está sumida en los efectos de la inflación después de la crisis de la COVID, ¿cuánto tiempo hace que están cambiando los hábitos de consumo?
—La pandemia de la COVID aceleró la compra online y el pago con tarjeta aunque es verdad que ahora se empieza a notar la crisis de los suministros y una nueva preferencia de productos en base a criterios de sostenibilidad. Son dos tendencias inversas. Los productos de moda, informática y hogar se buscan en internet mientras que en alimentación, debido a las sucesivas crisis, sigue ganando protagonismo la marca blanca y los productos frescos de proximidad.
El consumidor tiene margen con la cesta de la compra, no como el hipotecado que ha tenido que asumir la subida del euríbor, ¿los cambios en el consumo están relacionados?
—Quienes tienen hipoteca han visto un incremento fuerte de su cuota mensual y han tenido que reducir gastos por otro lado como es la cesta de la compra, ha afectado a sus costumbres, sí. Si bien es cierto que ha habido un efecto COVID que es el ahorro engabiado que hicimos durante la pandemia y que ha servido para afrontar gastos.
¿Vamos hacia la anhelada economía circular potenciando la compra de segunda mano?
—Es una tendencia que se está dando con determinados productos pero no es generalizada porque todavía falta mucho circuito comercial en sectores como el de los muebles, los mercadillo de ropa, o la reutilización de electrodomésticos. Habrá un cambio pero todavía queda.
También dicen que nos endeudaremos para afrontar las fechas navideñas, ¿no renunciamos a nada?
—El nivel de endeudamiento ha subido a consecuencia de que la economía esté en desaceleración. Balears ahora sale de los efectos negativos de la pandemia pero no se notan grandes incrementos de endeudamiento en términos de media, lo que no quiere decir que no haya gente que esté pidiendo préstamos.
¿Se estabilizará la inflación en 2024?
—Se espera que los precios sigan con tensiones al alza pero con unos niveles que no son los que hemos visto hasta ahora, no llegamos a la inflación del 2 % que es el objetivo del Banco Central porque el incremento se desplaza de la energía a la alimentación básica. La presión de precios continuará y habrá una inflación por encima del 3 % y eso tendrá como consecuencia que el tipo de interés oscile muy poco a la baja y que la economía se resienta. Crecerá menos y afrontaremos una cesta algo más cara. Cada familia tiene preferencias diferentes y tendrá que tratar de encontrar el equilibrio.