Explosión interna en Vox. Los diputados de la formación se rebelan contra la dirección del partido y echan del grupo parlamentario a la presidenta de la formación, Patricia de las Heras, y al presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, tras una serie de desencuentros que se han venido arrastrado durante toda la legislatura. El último ha tenido que ver con un comunicado en contra de la política lingüística de Marga Prohens que se decidió desde Madrid y que no quisieron suscribir los diputados de Baleares, por lo que solo iba firmado por la presidenta Patricia de las Heras.
La expulsión del grupo parlamentario de estos dos diputados obligará a ambos a situarse como miembros no adscritos lo que provocará cambios en la presidencia del Parlament,ya que Le Senne a partir del miércoles dejará de ocupar dicho cargo. A media mañana, el vicepresidente y secretario general de Vox, Ignacio Garriga, comparecía en rueda de prensa para comunicar la decisión del partido respecto a los cinco diputados rebeldes: Idoia Ribas, Sergio Rodríguez, María José Verdú, Agustín Buades y Manuela Cañadas. Serán expulsados, ha afirmado con contundencia.
La portavoz del grupo, Idoia Ribas, ha ofrecido una comparecencia pública este mismo lunes sin turno de preguntas en la que ha justificado la expulsión por «circunstancias internas» y para «conseguir la mejor organización posible en beneficio de los ciudadanos de Baleares».
Ninguno de los representantes del sector crítico de Vox, formado por cinco de sus siete diputados, acudió a la asamblea en la que se reeligió a Santiago Abascal como presidente de la formación en un acto en el que no fue necesario realizar votaciones ya que fue elegido por aclamación. En la asamblea sí estuvieron la presidenta del partido en Baleares, Patricia de las Heras, además del secretario general de la formación, Antoni Gili, que asumió el cargo tras la inesperada dimisión de Sergio Rodríguez, uno de los hombres fuertes de Vox en Baleares.