«Ha sido un tormento, juegan con la ilusión de alguien que quiere ser madre y luego te acosan incansablemente». Así explica Mabel Díaz a Ultima Hora el calvario sufrido durante estos cuatro meses por una financiera que le llamó «hasta en 217 ocasiones y en un día más de diez».
Mabel y su mujer querían ser madres y tras acudir a una clínica especializada decidieron dar el paso. «Nos vendieron todo muy bonito, pero al firmar el contrato todo eran problemas», comenta. «Que si yo no podía donar óvulos, que era peligroso para mí porque sufro de hipotiroidismo y a parte me ofrecían otros servicios para poder hacerlo», relata. Al sentirse frustradas por no poder cumplir su sueño, ambas consensuaron cancelar lo contratado. «Tras cuatro meses decidimos dejarlo de lado e informamos a la financiera que ya no íbamos a realizar más pagos porque la clínica no cumplía con lo ofrecido», explica.
Sin embargo, la empresa crediticia no cesó en su intento de recibir el dinero y empezó a acosar a las dos perjudicadas día y noche. «Cada día nos llamaban, incluso tuvimos que bloquear los números porque nos decían que nos llamaban desde el juzgado», comparte. Además, desde la clínica se mostraron reticentes para firmar la cancelación del contrato. «Nos desplazamos hasta allí en varias ocasiones y se negaban a firmar nada. Ellos quieren cobrar y les da absolutamente igual las víctimas y quien haya detrás de cada historia», comenta Mabel.
Ante esta situación, las víctimas acudieron a otra clínica para pedir otra opinión y descubrieron la estafa del otro centro médico. «Llegué a la consulta llorando y la doctora alucinó con lo que le conté. Me dijo que era joven y que estaba en perfectas condiciones para donar óvulos. Ahora esperamos un bebé», finaliza. Tras lo acontecido, tanto Mabel como su pareja decidieron poner una denuncia contra la financiera por acoso y a la clínica por estafa a través del abogado Pablo Juanico.