La cotización del bitcóin, la criptomoneda más utilizada, se ha disparado y este pasado miércoles llegó a los 64.000 dólares, unos 59.053 euros. No obstante, en este valor sólo estuvo unos instantes en los 64.000 dólares, ya que rápidamente bajó y se estabilizó por encima de los 60.000 dólares. Algunos medios relacionaban la caída por debajo de 64.000 dólares con los reportes de un fallo técnico en la plataforma de intercambio Coinbase que hizo que muchos usuarios vieran el balance de sus cuentas a cero. Al cierre de Wall Street, el bitcóin se situaba en unos 60.400 dólares. Desde el pasado 23 de enero, cuando descendió hasta el mínimo anual de cierre de 39.197 dólares, el precio de la criptodivisa ha ganado casi el 60 %.
El bitcóin alcanzó su mayor precio de cierre el 9 de noviembre de 2021, cuando se situó en 67.729 dólares. En la jornada siguiente registró la cotización más elevada de su historia durante la negociación diaria (intradía) en 68.991,85 dólares. Según el analista Simon Peters, experto en criptoactivos de la plataforma de inversión eToro, el bitcóin se mantiene desde el lunes por encima de los 57.000 dólares, el precio más alto desde diciembre de 2021. Peters destaca que la fuerza motriz detrás del movimiento sigue siendo la reciente aprobación de los ETF, los fondos cotizados en bolsa, del bitcóin en efectivo, vehículos que continúan adquiriendo la criptomoneda en cantidades significativas.
Desde su lanzamiento, los ETF del bitcóin al contado han acumulado tenencias que representan más del 3 % de todos los bitcoines existentes actualmente. Por ello, el analista espera que continúe la actual tendencia y cree que es posible que el bitcóin alcance un nuevo máximo histórico, llegando a superar los 69.000 dólares en las próximas semanas. Asimismo, destacó que actualmente el 70 % de todos los bitcoines en circulación no se ha movido en más de un año y la cantidad disponible para compra en las bolsas de compraventa está en el nivel más bajo desde principios de 2018.
¿Es seguro el bitcóin?
Pep Ignasi Aguiló, economista y profesor de la UIB, explica que «el bitcóin es una cibermoneda creada para zafarse de las monedas oficiales creadas y mantenidas por los bancos centrales. Su filosofía intenta reproducir al 'patrón oro', que proporcionó tanta estabilidad mientras estuvo en vigor. El oro, es una materia que tiene la particularidad de que las subidas de su precio no se traducen en aumentos de su producción o minado. No ocurre, con ninguna otra materia prima. Por ello, la vigencia del 'patrón oro' estuvo caracterizada por una fuerte estabilidad monetaria. El bitcoin, siguiendo la filosofía económica más liberal de la escuela austríaca, reproduce el minado del oro. Como el dorado metal, el bitcóin tiene característica de no estar sometido a ninguna autoridad política. Es decir, los gobiernos, o sus bancos centrales, no pueden aumentar la cantidad de oro o de bitcoins para cubrir sus déficits persistentes».
El citado economista añade que «los déficits persistentes están en el origen de las inflaciones, y éstas otorgan más y más poder a los gobiernos. Por ello, cuando se observa que los gobiernos son incapaces de gobernar sin incurrir en déficits, los inversores pueden perder su confianza en la moneda oficial y buscar refugio en otras que sean más estables o en el oro, también llamado 'el termómetro del miedo'».
Preguntado por si el bitcóin es seguro, Aguiló responde que por todo lo expuesto anteriormente «no es del agrado, ni de gobiernos ni de bancos centrales, que de una manera u otra intentan combatirlo. Esto constituye el principal riesgo de la citada cibermoneda. Además, el bitcóin no se puede utilizar, de momento, como medio de pago; lo que acentúa las fluctuaciones de su valor. En resumen, el bitcóin sube de precio porque hay más demanda de la cibermoneda debido a la desconfianza en otras. No obstante, se trata de una inversión de riesgo por no ser del agrado ni de los gobiernos ni de los bancos centrales, además de no ser utilizable como medio de pago».