Los casos de impétigo se han disparado en Baleares en los niños de entre 2 y 5 años. Así lo ha confirmado la vicepresidenta de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de Baleares, Rocío Casado. Desde el IB-Salut han precisado que en lo que va de año ya han atendido 6.834 casos, una cifra superior a la de todo 2022, cuando se contabilizaron 6.827. En 2023 se llegó a los 10.027, una cantidad que se podría volver a registrar este ejercicio.
La doctora Casado ha señalado que durante la pandemia de la COVID-19 esta patología experimentó un retroceso, ya que se redujeron de forma significativa los contactos. De hecho, durante gran parte del curso 2020 los centros escolares estuvieron cerrados. Sin embargo, desde el año 2023 los casos de impétigo se han incrementado. Se trata de una enfermedad muy contagiosa y se ha detectado un mayor número de gérmenes resistentes.
Esto está propiciando que algunos pacientes no se curen totalmente y sigan contagiando; un factor que también explica el aumento de casos citado con anterioridad. La vicepresidenta de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de Baleares hace un llamamiento a la calma, ya que hay tratamientos eficaces.
Síntomas
En relación a los síntomas, cabe destacar que hay dos tipos de impétigo: el impétigo contagioso se manifiesta cuando aparece una costra de color miel y en lugar de ir mejorando se va haciendo más grande o van apareciendo más lesiones alrededor. Por su parte, el ampolloso, como su propio nombre indica, se caracteriza por la aparición de una ampolla, la lesión característica es igual que la quemadura de un cigarro. En general, es molesto para los afectados, pero no causa picor.
En ambos casos, el tratamiento suele ser similar. Inicialmente se trata con una crema, aunque puede ser que no evolucione bien solo con esta medida. Por ello, si los padres notan que no mejora, es necesario acudir al pediatra, ya que puede ser preciso cambiar el tipo de pomada. «En el caso de que siga sin dar los resultados esperados, se extienda mucho o haya varias lesiones en diferentes partes del cuerpo, suele ser necesario tomar antibiótico por vía oral». La citada pediatra aclara que cuando el impétigo evoluciona, puede viajar por el canal sanguíneo y provocar lesiones repartidas por el cuerpo, a distancia de la lesión original.
Los casos aumentan en verano
El verano es una de las épocas más propicias para el desarrollo de esta enfermedad, ya que la microbiota de la piel puede cambiar y si se produce una herida o una picadura de mosquito se puede producir impétigo. La dermatitis atópica es otro factor que propicia la citada patología. La doctora Casado ha insistido en que es muy contagiosa, motivo por el que se da especialmente en los niños de entre 2 y 5 años, puesto que se tocan las heridas. También pueden transmitirla a los padres, pero es menos frecuente.