«La clase media está en peligro de extinción». Esta es la conclusión a la que llega Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de Futur Finances, tras analizar los datos facilitados por la Oficina Europea de Estadística Eurostat. En concreto, señalan que el 36,5 % de los ciudadanos de Baleares no podían hacer frente a gastos financieros inesperados en 2023.
Esta cifra ha empeorado en los últimos años, ya que en 2022 era del 36,40 % y en el ejercicio 2021 era del 30,90 %. «El problema de Baleares es que la economía crece, y lo hace de forma muy potente. Sin embargo, aumentan los precios y el coste de la vivienda, pero los sueldos y los ingresos de los autónomos no lo hacen en el mismo porcentaje, teniendo en cuenta que tenemos una productividad tan baja, lo que acaba sucediendo es que cada vez hay menos renta disponible. Aunque se cobre, no se llega a fin de mes y eso es lo que acaba suponiendo que esté en peligro de extinción la clase media en Baleares».
Monserrat añade que «lo que reflejan las estadísticas de Eurostat es una situación que podemos tocar en las calles y en el día a día de Baleares. Lo que está pasando es que las familias cada vez tienen más dificultades para poder afrontar cualquier gasto extraordinario, ya sea la reparación del coche, la sustitución de un electrodoméstico, etc..». En este sentido, subraya que «el nivel de ahorro es muy bajo, e incluso, para muchas personas no existe. Además, el incremento de precios inmobiliarios, tanto en la compra-venta como en el alquiler supone una merma capital en la renta disponible de las familias». En relación a este último asunto, Eurostat detalla los residentes en el Archipiélago balear soportaban en 2023 un sobrecoste por el precio de la vivienda del 14,5 %; en 2022 era del 11,80 %; y en 2021, del 17,80 %.
Inflación
El prestigioso economista también subraya los efectos perniciosos de la inflación para la economía de las familias, que en el caso de Baleares se agravan por dos motivos, principalmente. Uno de ellos, es por el sobrecoste que supone la insularidad; el otro está motivado porque «a ser un destino tan preciado por los extranjeros, los precios suben. En este punto, resalta que «la carestía de las viviendas en venta y alquiler hace que haya familias que no llegan a final de mes y sufren penurias económicas. Esto no sólo les sucede a las rentas bajas, sino que también lo sufren las medias. «Todos estos factores dan como resultado el cóctel que la estadística de Eurostat está reflejando», expone.
A su modo de ver, «esto requiere de una actuación a multinivel, no basta con normas puntuales». Eurostat alerta que un 20,60 % de los ciudadanos de las Islas estaban en 2023 en riesgo de pobreza o exclusión social. «Todos los problemas que reflejan estas estadísticas tienen que ver con una merma de ingresos a nivel real, necesitamos tener un mercado más productivo; lo que no significa que trabaje más la gente».
El también profesor de la UIB sostiene que «la economía balear no puede tener tanta dependencia del turismo, tenemos más empresas que pueden diversificar. Además, es fundamental lograr que se compense el sobrecoste de la insularidad de los particulares y las empresas; necesitamos un régimen especial de verdad».