Salvador Llinàs Oñate está ya a disposición del juzgado de Palma que investiga la estafa de 50 millones de euros de Autoclick. El empresario compareció por videoconferencia desde los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid tras ser trasladado el miércoles desde Alemania a España. Tras ocho años fugado en Taiwan, Llinàs ha optado por guardar silencio en su primer interrogatorio. El motivo, respaldado por su abogado defensor, Tomeu Salas, es que aún no ha podido acceder a las diligencias completas que se tramitan y al contenido de la causa en su contra.
En la vista, todas las acusaciones han solicitado que el acusado permanezca en prisión preventiva, condición en la que está desde que fue enviado desde el país asiático a Alemania a principios del mes de octubre. Ahora mismo se encontraba en la cárcel en Frankfurt y ha ingresado en la de Soto del Real a la espera de una decisión sobre su futuro. El juez entiende que existe un riesgo evidente de fuga ante los antecedentes del investigado.
Llinàs se defiende de la venta de 3.468 vehículos que había adquirido mediante rénting o a través de préstamos y de los que no disponía de todos los papeles. La investigación calcula un cantidad estafada de 48,5 millones de euros. El principal sospechoso se marchó a Taiwan ante las denuncias que afectan también a otros países. En la causa hay personada más de una decena de víctimas del supuesto fraude, la gran mayoría empresas del sector de alquiler de coches y entidades financieras.