El presidente de la Asociación Balear de Inmobiliarias Nacionales e Internacionales (ABINI), Daniel Arenas, cargó ayer duramente contra la nueva medida anunciada esta semana por el Gobierno central, que pretende gravar con un impuesto específico la compra de vivienda por parte de extranjeros no residentes y ciudadanos extracomunitarios. Una propuesta que forma parte de una proposición de ley recientemente presentada en el Congreso y que, según la patronal, constituye «una agresión directa al derecho de propiedad y a la economía balear».
ABINI considera que se trata de un impuesto arbitrario y excluyente, que castiga de forma innecesaria a un colectivo que, lejos de ser un problema, ha sido durante décadas un motor de desarrollo para las Islas. «Este impuesto penaliza un modelo económico consolidado. Pero lo más grave es el mensaje hostil que se lanza hacia quienes eligen Baleares para vivir, integrarse y aportar, no solo para invertir», declaró Arenas.
La asociación insiste en que la medida supone un golpe directo a uno de los pilares de la economía balear: la presencia internacional, no solo turística, sino también residencial y laboral. «La norma no está cedida a las comunidades autónomas, por lo que impide cualquier margen de adaptación a la realidad local. En nuestro caso, esa rigidez fiscal puede resultar letal», advierten el presidente de ABINI, Daniel Arenas.
Proposición de Ley
El PSOE ha registrado en el Congreso una proposición de ley que contempla la creación de un nuevo impuesto destinado a los compradores de vivienda que no residan en la Unión Europea. De carácter indirecto, se aplicaría a las operaciones de compraventa de inmuebles de segunda mano con un tipo impositivo del 100%, lo que supondría duplicar el coste de estas operaciones. La iniciativa no afectaría a la compra de viviendas de nueva construcción, ya gravadas con el IVA.
Pues a mi no me parece mal, los extranjeros no comunitarios no aportan nada a la Comunidad EUROPEA, además los que compran vivienda son millonarios, este impuesto no les supone nada. La rentabilidad está más que asegurada