Las tensiones entre UGT y CCOO continúan en ascenso tras el conflicto abierto en las negociaciones del convenio de hostelería. Ambos sindicatos se han enzarzado en un cruce de acusaciones -que ha llegado a las descalificaciones en redes sociales- a cuenta de un acuerdo cocinado entre UGT y la patronal hotelera del que CCOO ha acabado por desvincularse por completo.
Un convenio que está siendo literalmente definido como el mejor o el peor de la historia según a qué sindicato se le pregunte. Según CCOO, la subida salarial del 13,5 % en tres años ha conllevado unas contraprestaciones demasiado costosas en materia de derechos laborales. Para esta organización sindical, se ha consumado un «retroceso» de los derechos adquiridos a lo largo de los años.
«No todo vale», defiende CCOO en un comunicado en el que justifica su decisión de no firmar tras el preacuerdo de UGT y la Federación Hotelera de Mallorca, cerrado «a espaldas» de la mesa de negociación. «No se acerca, ni de lejos, a las mejoras planteadas desde CCOO».
Por su parte, desde UGT califican de «falacias» y de «bulos» los argumentos de CCOO. «Estas prácticas no benefician a nadie, salvo a quienes desean ver el sindicalismo dividido», critican.
La decisión de no firmar el convenio, por otra parte, podría tener consecuencias para CCOO. La servicios jurídicos de la patronal hotelera aseguran que el sindicato se quedará sin la asignación económica que la Conselleria d’Empresa, Ocupació i Energia reparte entre las partes para llevar a cabo las mediciones de las cargas de trabajo de las camareras de piso.
De este modo, arguyen que para la concesión de las ayudas es requisito esencial la firma en el convenio. Un argumento que no comparte del todo el propio sindicato, quien asume que el Govern «no tiene por qué vincular esas ayudas a la firma del convenio», afirma el delegado presente en la negociación, Héctor Gómez. El no tener derecho a esas cantidades -que CCOO cifra en unos 30.000 euros al año para la contratación de los técnicos encargados de las mediciones-, en cualquier caso, «no cambiará nuestra decisión de no firmar».
Todo queda en manos de la Secretaria Autonòmica de Treball, Ocupació i Diàleg Social que dirige Catalina Cabrer. Preguntado por este rotativo, el departamento autonómico no ha sido capaz de determinar si CCOO mantendrá o no las asignaciones económicas para las mediciones de las cargas de trabajo de las kelys (mediciones que se deben extender en un futuro al resto de áreas laborales del sector).
Hay sangre ya? Cuántos quedan?