Hasta este mismo ya se han rescatado unos 40 cadáveres en aguas o en la costa de Baleares, según la estadística facilitada hace unos días por el delegado del Gobierno, Alfonso Rodríguez, en una entrevista concedida a Europa Press. Durante el pasado mes de junio se recuperaron varios cuerpos tanto en Formentera como en aguas de Mallorca, pero el caso más extremo fue el de cinco migrantes cuyos cadáveres aparecieron flotando en aguas de Baleares atados de pies y manos.
Los cadáveres correspondían a migrantes somalíes que se dirigían en una patera a las costas levantinas, pero que murieron en la travesía por las circunstancias extremas del viaje. Su hallazgo hizo saltar todas las alarmas hasta que se supo que el resto de viajeros de la patera que sobrevivió a la travesía les ató de pies y manos en un rito funerario.
La ONG Caminando Fronteras señala en un que numerosas embarcaciones desaparecen sin dejar rastro, lo que deja a las familias en una situación de incertidumbre ante la desaparición de sus seres queridos. Se calcula que el número de muertos es muy superior a los 40 que se han contabilizado hasta la fecha ya que muchos desaparecidos son, en realidad, fallecidos.
Una cosa es hablar de inmigración y otra muy distinta de seres humanos. El que no tenga piedad ni compasión ni misericordia para mi no es persona. La inmigración es mucho más compleja de lo que algunos creen.