El Govern balear ha puesto en marcha este sábado el proceso de exposición pública de la propuesta de Ley Agraria 2025, un paso crucial para el futuro del sector primario en las islas. A partir del próximo lunes, 13 de octubre, y durante un plazo de diez días hábiles, los interesados podrán presentar sus alegaciones a este documento, ya disponible en el Portal de Transparencia. La Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural detalla que la iniciativa busca proporcionar herramientas que faciliten la actividad y mejoren la rentabilidad de las explotaciones.
Esta futura normativa para el campo balear busca recuperar el espíritu de la legislación de 2014 y superar las limitaciones de la Ley 3/2019, que había restringido derechos y frenado inversiones en explotaciones agrarias, adaptándose a la normativa actual. La nueva ley devolverá al sector agrario herramientas que faciliten la actividad diaria, simplificará trámites administrativos y reforzará su papel como gestores del territorio, el paisaje y el medio ambiente.
El conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet, ha enfatizado que este borrador inicial "es el resultado de un proceso de trabajo conjunto con el sector". Tras meses de encuentros con organizaciones agrarias, cooperativas, asociaciones de productores, colegios profesionales y los consejos insulares, Simonet ha asegurado que "todas estas aportaciones han permitido elaborar una propuesta inicial adaptada a las necesidades reales del campo balear", destacando el enfoque participativo.
Conviene recordar que en agosto de 2024 ya se había abierto el trámite de consulta pública del Anteproyecto de esta nueva ley agraria. Durante dos meses, se llevó a cabo una exhaustiva labor de recogida, análisis e incorporación de las sugerencias recibidas, tanto de la ciudadanía como de las organizaciones directamente afectadas.
Entre las principales novedades, la ley busca facilitar la actividad, el mantenimiento y la potenciación de la labor agraria, fomentando la venta directa y la degustación de productos locales en las explotaciones. Asimismo, impulsa la energía renovable agrovoltaica y confiere un papel central a la simplificación administrativa como principio rector de la acción pública agraria.
El conseller Simonet ha manifestado que "con esta ley damos un paso adelante hacia un campo más rentable, libre de trabas innecesarias y con nuevas oportunidades para nuestros agricultores y ganaderos". Ha insistido: "Queremos que trabajar en el sector agrario sea una opción de futuro, digna y sostenible. Y tenemos una cosa clara: esta ley no da ayudas, da herramientas para trabajar y prosperar", desmarcándose de una política de subvenciones directas.
Simonet ha recalcado la relevancia del diálogo en la propuesta: "Este nuevo texto nace del diálogo. Hemos escuchado al sector y hemos recogido la mayoría de sus propuestas. El resultado es una norma realista, útil y pensada para mejorar la vida de quienes trabajan la tierra". A pesar de ello, ha dejado la puerta abierta a la incorporación de más propuestas, que serán estudiadas y valoradas con el mismo espíritu de colaboración.
Es pertinente destacar que este nuevo marco legislativo se alinea con los debates actuales en el ámbito europeo sobre el futuro de la agricultura. Estos buscan configurar un sector agrícola y agroalimentario atractivo para las generaciones venideras, multifuncional y que ofrezca un amplio abanico de oportunidades para el empleo y la diversificación empresarial en las zonas rurales.
En este sentido, el Parlamento Europeo aprobó recientemente una resolución que subraya la necesidad de que "las políticas deben apoyar tanto la agricultura como actividad fundamental, como la diversificación económica mediante el desarrollo del turismo rural sostenible, las pequeñas empresas, la artesanía y los servicios locales, a fin de que las regiones rurales sean viables y atractivas". Esta perspectiva europea refuerza la visión integral de la ley balear.
La Ley Agraria 2025 apuesta por la bioeconomía circular, regulando la gestión de residuos y biomasa, e impulsando energías renovables en explotaciones. Fija condiciones para la venta directa y el circuito corto, apoyando el producto local y reforzando la soberanía alimentaria. La Conselleria considera que "la agricultura no es solo un trabajo, sino un estilo de vida arraigado. Es patrimonio histórico, cultural y tradicional", otorgándole un valor cultural y social.