La construcción se perfila como uno de los sectores más dinámicos de Baleares de cara a final de año y 2026. Las previsiones del sector para los próximos meses son especialmente positivas, con un gran volumen de actividad alimentado desde varios frentes. Principalmente, las reformas en la vivienda, la obra pública y las legalizaciones extraordinarias en rústico.
Desde la Asociación de Constructores de Mallorca -integrada en la confederación empresarial CAEB- auguran «una temporada positiva» en base, sobre todo, a los datos de proyectos visados que facilita el Colegio de Arquitectos (COAIB). Para la patronal que preside Climent Olives, estas estadísticas les permiten augurar un repunte de los proyectos de reforma de vivienda del 37 % y de la 40 % en la obra nueva.
Este último porcentaje, no obstante, va acompañado de un asterisco. El incremento que se produce en obra nueva en vivienda unifamiliar procede en su mayor parte de las legalizaciones extraordinarias en rústico promovidas desde el Govern, destaca la gerente de la patronal, Sandra Verger.
Los propios arquitectos ya avanzaron esta tendencia hace meses y destacaron la incidencia que ha tenido este tipo de proyectos desde julio de 2024, cuando entró en vigor el decreto ley que permitía la regularización. El plazo para acogerse a esta legalización extraordinaria es de tres años a partir de la entrada en vigor del decreto, es decir, hasta julio de 2027.
También es esperanzador el incremento de la obra nueva en plurifamiliares: ya se ha roto el empuje de los unifamiliares, que lideraba el crecimiento en los últimos años, y el sector vuelve a enfocarse poco a poco en el único tipo de vivienda que puede paliar de verdad la crisis habitacional.
Por otro lado, las reformas continúan siendo un segmento de la construcción muy activo desde la salida de la pandemia. Constructores, arquitectos y aparejadores achacan este fenómeno a la intersección de varios factores. Entre ellos, los efectos que tuvo el periodo de confinamiento sobre la gente, estimulando del deseo de remodelar la propia vivienda. Una alternativa, asimismo, mucho más viable económicamente que un cambio de hogar.
Por lo que respecta a la obra pública, el volumen de inversión hasta el mes de septiembre consolidó un incremento del 24 % con respecto al año pasado con 442 millones de euros licitados. Un total de 152 millones de euros proceden de las administraciones locales (ayuntamientos y consells), otros 185 millones de inversión autonómica y 60 millones de inversión del Gobierno central. Tal y como recuerda la patronal, esta temporada se tienen que acabar de licitar los proyectos todavía pendientes del Plan de Recuperación y Resiliencia.
Verger destaca algunos proyectos clave para la inversión pública en los próximos meses: la regeneración de la pista de rodadura sur del aeropuerto de Son Sant Joan (a cargo de AENA, con un proyecto de 21,9 millones de euros en evaluación), el nuevo hospital de atención intermedia para el Llevant en el municipio de Felanitx (a cargo del Ibsalut, 26 millones de euros) o la construcción del nuevo Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Maioris, en Llucmajor (IBISEC, 11,3 millones de euros).
En otro orden de cosas, si atendemos a la evolución de la inversión por sectores económicos, el turístico es el que está mostrando un descenso más significativo: hasta un 40 %.
No quedará nada sin construir Adiós al territorio