«El Gobierno tendrá que subir el IRPF o bajar las pensiones tras retirar la gran subida de cuotas a los autónomos», asegura el economista Pep Ignasi Aguiló. Tras el fuerte rechazo generado, el Gobierno ha tenido que retirar la subida de las cuotas prevista para los trabajadores por cuenta propia y ahora propone congelarla a los tres primeros tramos de cotización (los que tienen rendimientos netos de hasta 1.166 euros) y para el resto aumentar sus tarifas entre 2,9 euros y 14,75 euros más al mes.
«Si no pagan más los autónomos lo tendrán que hacer otros colectivos, ya sea vía mayores cotizaciones o mayores impuestos. La alternativa a estos incrementos es la de bajar las pensiones. Alguien tiene que pagarlas y si no son unos tendrán que ser otros, aunque lo justo es que fuesen todos», reitera el economista.
Ante esta situación, Aguiló reclama una reforma integral para garantizar la pensiones de los jubilados, ya que asegura que «el sistema está quebrado». A su modo de ver, «la 'reforma Escribá' del sistema de pensiones comienza a mostrar sus deficientes costuras. Lo ocurrido con el intento de incrementar de las cotizaciones de los autónomos es una muestra clara de la mala estrategia seguida, que no es otra que intentar ocultar a los ojos de los electores los problemas reales del sistema».
En este sentido, asegura que «José Luis Escribá (exministro de la Seguridad Social y actual gobernador del Banco de España), y con él Pedro Sánchez, pretendía que la primera parte del ajuste recayera sobre un colectivo poco homogéneo, con poca capacidad de presión y subrepresentado en las instituciones en un intento de no hacer excesivo ruido. Y así ganar tiempo para hasta una nueva legislatura. Su idea era crear una especie de subsistema para los trabajadores por cuenta propia, ya que en el actual tienen incentivos a optar por las cuotas más bajas. Este 'subsistema' conlleva aplicar fuertes incrementos en las cotizaciones exclusivamente a este colectivo y no a los demás. Lo cual, es lógico que sea percibido como una flagrante injusticia».
El economista rechaza la citada propuesta y argumenta que «hay que tener en consideración que los trabajadores autónomos, como su propio nombre indica, son los menos dependientes del Gobierno. Por lo que han sido los menos beneficiados por la política de incremento de gasto implementada por Sánchez y sus socios, así como por las reformas de la legislación laboral».
Aunque puntualiza que «Escribá, anteriormente, introdujo la llamada 'cuota de solidaridad', que en realidad es un impuesto, esa reformita no generó ruido mediático, casi pasó desapercibida». No obstante, insisten en que «el sistema necesita reformas en profundidad, comenzando por reconocer que actualmente está quebrado, y que sin ellas no es viable. Basta recordar que ya han comenzado a llegar a la edad de jubilación las cohortes de edad de los babyboomers, lo cual ya provoca que una parte muy considerable de las pensiones se están financiado con impuestos y deuda».
Cargarse los derechos adquiridos de unos 10.000.000 de pensionistas (jubilación, viudedad, incapacidad...) y otros millones más de inminentes pensionistas que empezarían cobrando menos, aseguraría perder por goleada las elecciones al pacto de socialistas-komunistas. Si no se hubieran inventado las pensiones-sopa boba de "ingreso mínimo vital", "renta social garantizada", o "no contributivas", ahora ya imposibles de quitar, a quienes nada aportaron al sistema, ahora no tendrían que pasar apuros para cumplir con quienes si aportaron durante toda su vida laboral. Rebajar las pensiones adquiridas con las cotizaciones sería un atraco. Quiten las subvenciones absolutamente a todo menos a agricultura, pesca y ganadería que nos dan de comer. Aprueben una Ley Básica "Estatuto del Cargo Público" y hagan no retribuidos los cientos de miles de cargos públicos, como antes, al menos pongan límites a sus las percepciones como si fueran funcionarios.