Baleares ha presentado este año unos buenos datos de incendios forestales, sólo 16,28 hectáreas afectadas, a pesar de que en 74 de los 150 días (el 50 %) de la campaña de ato riesgo tuvo alguna alerta máxima por fuego (Alerta Foc 4). Algunos días, la alerta máxima abarcó la totalidad de las Islas.
La Alerta Foc es la herramienta de la que dispone la Conselleria d’Agricultura, Pesca i Medi Natural, a través del Servei de Gestió Forestal i Protecció del Sòl, para regular los usos del fuego y la información diaria a los ciudadanos sobre el peligro de incendios forestales.
Con Alerta Foc 4 (el nivel más bajo es Alerta Foc 1), el riesgo meteorológico de incendio forestal es muy alto o extremo por circunstancias singulares a partir del análisis de peligro, independientemente de la existencia de avisos por fenómenos adversos aplicables.
La campaña de alto riesgo se cerró el 15 de octubre con 75 incendios que han afectado un total de 16,28 hectáreas desde el 1 de enero, ninguno de ellos de gran intensidad ni con riesgo para personas o bienes.
Aunque 2025 ha registrado temperaturas récord en todo el Estado, incluida Baleares, consolidándose como un año especialmente cálido, las Islas han mantenido unos datos en número de incendios y superficie afectada muy por debajo de sus medias anuales en el período 2006-2025, que son de 103 siniestros y 428 hectáreas afectadas.
La rápida intervención de los equipos del Operatiu Interinsular d’Extinció d’Incendis Forestals (OIIF), especialmente de los medios aéreos, ha sido clave para que el 99 % de los siniestros haya quedado en conatos, es decir, con afectación en menos de una hectárea. El 20 % de la superficie quemada era arbolada y el resto, zonas de matorral, carrizo y cañaveral.
Cabe recordar que sólo un incendio alcanzó un cierto nivel de peligrosidad debido a su proximidad a un núcleo urbano, en este caso en sa Talaia, de Sant Antoni de Portmany, en Eivissa, pero finalmente también quedó en conato.
Además, y a la espera de cerrar las investigaciones, puede señalarse que el 96 % de los incendios ha sido causado por actividad humana (negligencias, accidentes o actos intencionados) y sólo el 4 % por causas naturales en forma de rayos.
La Conselleria atribuye los buenos resultados al trabajo coordinado de todos los efectivos, pero también a la concienciación ciudadana y a la gestión forestal preventiva. Aun así, precisamente en un año en que la Península Ibérica y otros puntos del planeta han sufrido fuegos devastadores, el departamento autonómico recuerda que el riesgo de incendio forestal existe durante todo el año «y no podemos confiarnos».