Herencia o donación, ¿qué es mejor?

Morir es ley de vida. Esta es una frase que escuchamos con frecuencia y sobre cuya veracidad no cabe ninguna duda. Además, suele tener implicaciones, tales como el reparto de bienes que se han ido adquiriendo a lo largo de la vida. Sin embargo, estos conllevan una carga fiscal y muchas personas se preguntan si es mejor dejarlos en herencia o donarlos en vida.

El decano del Colegio Notarial de Baleares, Miguel Amengual, responde que el coste económico es el mismo. «La fiscalidad es un factor clave a la hora de decidir, pero el coste de heredar o recibir un bien en vida es el mismo». En este sentido, expone que «cuando a los notarios nos preguntan si es mejor donar los bienes en vida o que los herederos los reciban una vez que se produzca el fallecimiento de los propietarios, les decimos que el coste es exactamente el mismo».

Amengual señala que «la única ventaja de hacerlo antes es que ya se hace un reparto de bienes y, de este modo, se evita que haya una posible discusión entre los hijos porque cada uno tiene lo que quiere». Sin embargo, advierte que «tiene el riesgo de que si lo han donado ya no es suyo. Por tanto, si algún día tienen una necesidad de venderlo no podrán porque no es suyo».

Eliminación del impuesto de donaciones y sucesiones

Preguntado por si la eliminación del impuesto de donaciones y sucesiones por parte del Govern ha supuesto un incremento de las mismas, el decano del Colegio Notarial de Baleares responde que «se ha mantenido». De hecho, se ha experimentado un ligero descenso en el primer semestre de 2025, ya que hubo 1.239 (568 de ellas con viviendas); frente a las 1.386 (637 de ellas con inmuebles residenciales) durante los seis primeros meses de 2024. En este sentido, reitera que «el coste fiscal de heredar será el mismo que el de recibir por pacto sucesorio. Por tanto, las donaciones de padres a hijos en vida no obedecen tanto a la fiscalidad, como a una planificación familiar del patrimonio a heredar por los hijos».

Amengual explica que «a veces hay padres que ya quieren repartir en vida el patrimonio, porque así no habrá peleas en un futuro o porque hay un acuerdo familiar, mientras que hay otros que no quiren donar nada en vida porque consideran que hasta que fallezcan debe seguir siendo suyo. Por tanto, es más un asunto de opción familiar que de fiscalidad».