Apagar la televisión, levantarse del sofá y salir a correr es lo que se lleva ahora. De un tiempo a esta parte el incremento de aficionados que se calzan las deportivas y se echan a la calle queda patente en circuitos improvisados, como pueda ser las carreteras de Es Castell, de Cala en Blanes y de Sant Lluís, o más exigentes como cualquiera de los tramos del Camí de Cavalls.
Una rutina que para el que empieza apenas supone demasiado coste mientras que el habitual desarrolla una especie de fetiche hacia productos caros pero de calidad contrastada. Los más de 500 corredores que acudieron a la media maratón de Ciutadella, la reciente afición por el triatlón que quedó patente en Fornells y Cala en Porter, demuestran que correr hace tiempo que dejó de ser algo de cobardes. La pregunta ahora es, ¿moda pasajera o afición para toda la vida?
Las respuestas más habituales giran en torno a la situación de recesión que atraviesa la sociedad. Menos trabajo supone más tiempo libre y por lo tanto la búsqueda de aficiones que llenen ese vacío. "La gente quiere algo que le dé vida y salir a correr llena mucho", asegura Dani Coll, runner alaiorense que lleva un año alternando las zapatillas con la bicicleta y la natación tras colgar las botas de fútbol. Raúl Riudavets, corredor desde 2008 y con muchos kilómetros en las piernas, asegura que la falta de trabajo "hace que la gente utilice el tiempo libre en otras motivaciones, antes no había nadie por el Camí de Cavalls".
Si alguien puede dar buena fe de la evolución que ha habido en esta afición es Guiem Bosch. El ciutadellenc, que compitió en los años noventa hasta 2000 es el gerente de la empresa de cronometraje Elite Chip. "Cuando competía era impensable que llegara a haber tanta afición pero todo ha crecido porque hay nuevos retos, nuevas competiciones donde no luchas por levantar un trofeo sino contra ti mismo". Del mismo parecer es el delegado insular de la Federación Balear de Atletismo, Víctor Truyol, que asegura que "vivimos un momento espectacular donde el deporte popular supera al federado" porque "las facilidades que se dan a nivel competitivo a través de las carreras populares, los Island Games o Elite Chip favorecen que la gente se enganche porque la gente hace deporte y más allá de competir se lo pasa en grande, se fija un objetivo e intenta superarlo invirtiendo muchas horas de entrenamiento y preparación".
Este crecimiento no afecta únicamente a los adultos. Ricardo Sintes, encargado del atletismo del CCE Sant Lluís desvela que "no te sabría decir cuál es la razón de que haya aumentado tanto el interés pero los números están ahí, nosotros hemos pasado de unos 90 corredores a 120, y en chicos el año pasado éramos 45 y ahora pasamos de los 80".
Pero no es algo exclusivo de Menorca. En Mallorca pasa lo mismo. Toni Contestí, ultrafondista mallorquín de reconocido nombre, apunta que "el boom se debe a la crisis porque el deporte ayuda a depurar las malas rachas y sirve de válvula de escape" y recuerda que "hace unos años corría por la Serra de Tramontana y no había nadie y ahora hay gente corriendo por todos los lados". Biel Gili, presidente de la Balear de atletismo puntualiza que "la explosión que ha habido nos ha hecho darnos cuenta de que habíamos centrado todos nuestros esfuerzos en el deporte federado cuando hay un potencial por explotar en el aspecto popular".
Pero, ¿qué hace que sea adictivo recorrer 10, 20, 50 o 100 kilómetros? Los protagonistas coinciden en que la sensación de superación al llegar a meta. "Cuando terminé la maratón de Barcelona con mi compañero de entrenamientos Isma Coll fue espectacular, muy emocionante", cuenta Dani, mientras Raúl, que fue tercero en la Trail Menorca Camí de Cavalls rememora que "la primera carrera que hice fue la media maratón de Ciutadella y al acabar sentí una satisfacción que engancha, ver cómo te has planteado un objetivo y lo consigues aunque parezca que no puede ser". "La adicción se crea a partir de la satisfacción que te da ver que todas las horas de entrenamiento que has dedicado dan su fruto", matiza Contestí. Cierto, una sensación indescriptible que únicamente se puede vivir.
Evolución competitiva
Aspectos sentimentales a parte, lo cierto es que ha habido una evolución importante en el número de pruebas y en las facilidades que se dan. "No sé si queda bien que yo lo diga pero desde Elite Chip mejoramos la oferta para los corredores, les damos un cronometraje individual y más cuidado, ofrecemos inscripciones rápidas y fáciles, un mejor trato al corredor con obsequios por participar y buenos avituallamientos, es todo un proceso que se ha trabajado durante muchos años", explica 'Mito' Bosch que añade que "el reto es contra uno mismo, damos más información a cada corredor sobre su carrera y fomentamos la sana rivalidad entre amigos o compañeros de entreno, antes únicamente importaba el ganador".
Truyol va más allá y recalca "las carreras populares, la liga que hacemos en verano o la posibilidad de competir en los Island Games" y asegura que "en Mallorca antes había dos o tres carreras con más de 300 corredores y ahora en casi todas se sobrepasa esta cifra".
Truyol comparte el punto de vista de Bosch cuando asegura que "no hemos inventado nada porque me gusta ver cómo funcionan carreras de muchos lugares pero importamos el chip para cada corredor, el triatlón de Cala en Blanes, el Trail Menorca Camí de Cavalls… Y la verdad es que nosotros mismos hemos sido los primeros en sorprendernos por el boom que ha habido".
Las facilidades para iniciarse en este mundillo están más cerca de lo que parece. "Se suele decir que el atletismo es un deporte de pobres, no necesitas más que unas zapatillas y una carretera y además con muy poco tiempo logras un volumen de ejercicio muy importante", dice Gili. A eso hay que unirle en Menorca que se organizan entrenamientos en Camí de Cavalls o, por ejemplo, el grupo de Facebook 'Tragamilles Menorca' que gestiona Dani Coll juntamente con Pepe Garriga y que es de carácter abierto.
Óscar Gomila es un ejemplo claro de los últimos adictos en llegar. Empezó a correr tras las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia "por cuestiones de salud, porque hacía muchos años que no practicaba ningún deporte y porque a nivel individual es lo mejor que hay ya que no dependes de nada ni de nadie". Este alaiorense asegura: "Coger el hábito de salir a correr fue cosa mía pero sí que es cierto que a la hora de apuntarme a carreras lo hice porque vi a personas apuntándose y pensé 'por qué no'". Su primer reto fueron los 10.000 metros en Ciutadella y el sábado correrá la carrera popular en Sant Lluís.
Las tiendas lo corroboran
José María Pons, de la tienda Deportes Benito, en Maó, se muestra totalmente de acuerdo con el objetivo de este reportaje. "En los últimos dos años, sobre todo, se ha notado mucho que la gente se ha aficionado más a practicar el trail y el triatlón", explica el comercial, que añade "los corredores suelen tener un fondo de armario importante, con bambas para camino, otras para carretera y otras para cuando llueve, además de otros extras como bastones, mochilas o la propia ropa que prefieren que sea más ligera y de colores llamativos".
Entonces, el atletismo en sus inicios es asequible para todos los bolsillos y algo más caprichoso cuando el usuario evoluciona de novato a nivel medio. "La gente acostumbra a comprarse lo bueno, no busca lo barato", asegura y bromea con que "a veces vienen corredores ocasionales y les digo que no tengo algo que sirva para correr dos días pero con el paso del tiempo te agradecen que les convencieras para gastar un poco más porque sencillamente es más bueno".
¿Son todo buenas sensaciones al rededor de este nuevo fenómeno de masas? No. La experiencia ha hecho que todo corredor en la Isla escuche cualquier consejo que pueda dar Raúl Riudavets y su opinión es que "no me gustaría que la gente perdiese el respeto a cada tipo de prueba, cada una requiere de un entrenamiento y unos objetivos, hay que ir con cuidado de que esta situación no se revierta, si alguien no acaba la Trail Camí de Cavalls no será ningún drama, tiene que pensar en una mejor preparación para la próxima vez". Calma, prudencia y dedicación, y lo dice alguien que ya estaba aquí antes del boom.