Mariana Rotger, Núria Casasnovas, Myriam Traid y Zaira Criado ya están en sus hogares tras haberse ‘zampado' y con muy buena nota la Trek Elles Marchent 2022 femenina, primer ‘trekking' de orientación por equipos cien por cien femenino por el desierto del Sáhara. El colectivo llamado ‘Idò, sí', regresó a casa después de cuatro duras etapas en las que completaron una media de 28 kilómetros y nueve horas diarias –con temperaturas que rozaban los 45 grados–, pateándose finalmente 106 kilómetros en total. Sin embargo, lo épico de la prueba francesa, además de la dureza extrema en sí, radicaba en que las cuatro etapas debían realizarse con la única ayuda de un mapa y de una brújula, con el GPS prohibido.
Las atrevidas y valientes ‘Idò, sí' fueron sextas en la etapa 1, ganadoras en la 2 y segundas en las dos últimas y emplearon 106 kilómetros totales, siendo el reto, sin orientación alguna, en completar los mínimos kilómetros y en línea recta. Los 106, por los 101 de las ganadoras.
Una experiencia única
El equipo menorquín, si bien deportivamente estuvo colosal, sufrió en los puntos diseminados que debían ir encontrando y en los que debían responder preguntas, por lo que acabarían en el puesto 36 general, de 50 equipos. Aunque era lo de menos. «El gran inconveniente nuestro fue que estaban en francés y teníamos solo tres minutos para responder. Fue un hándicap porque ninguna dominábamos y cuando lográbamos entender la pregunta no quedaba tiempo, por lo que puntuamos bastante bajo en este aspecto», dice Traid, en boca de todas.
«Estamos satisfechas, viendo equipos que incluso llegaban cinco horas más tarde que nosotras, ya de noche, a oscuras y con terrenos de piedra muy complicados. De hecho, incluso hubo equipos que se perdieron y tuvieron que acudir a su rescate», narra. En su caso, «nos salió bien y llegábamos cómodas al campamento, con una cerveza esperándonos, además de un buen masaje», sonríe.
Una Trek Elles Marchent, «dura pero realmente a nosotras no nos lo ha parecido. Sí que es cierto que el último día la organización nos dijo que había subido algo el nivel de exigencia y, de hecho, hubo muchas bajas y accidentes, con participantes que igual no estaban preparadas. Fuimos suficientemente entrenadas y nos salvó porque vimos mareos, ampollas y de todo», explica, viviendo las ‘Idò, sí', «momentos críticos, pero los superamos bien». Rotger, Casasnovas, Traid y Criado incluso recorrieron una parte de la Marathon des Sables, «aunque tienen orientación y nosotras no. Parecíamos cabritas para no desviarnos nunca; perder el camino eran kilómetros de diferencia al final». De terreno vivieron de todo, «desde las dunas hasta la piedra pura, que desgasta pies y rodillas. Llegamos a estar a 45º pero no teníamos la sensación, al no ser húmedo, pero sí calor. Tocó hidratarnos continuamente».
Las menorquinas hablan de «un lujo», gozar de esta aventura, «más siendo todas mujeres, muy cuidadosa la organización. Siete días sin teléfono móvil ha sido un ‘lujazo', sin pensar ni estar pendientes de nada, más que de la prueba. Y encima comida buenísima». ¿Si repetirán? «Sin duda alguna, si no este proyecto, otro, porque se te abren muchas puertas. Nos lo hemos pasado ‘pipa'», cierra Traid.
El apunte
Traid llega a Errachidia sin maleta
La curiosidad fue que a Myriam Traid le perdieron la maleta y no la recuperó hasta la vuelta a Menorca. «Por suerte llevaba las zapatillas puestas y al llegar a Errachidia tuve que ir a un zoco a comprarme ropa interior y demás para ir tirando, además de lo que me prestaron mis compañeras», relataba, entre sonrisas, la ciutadellenca. «Llegué con lo puesto, enseguida se corrió la voz en el campamento y todo el mundo me ofreció ropa y comida a diario. Fue un ambiente precioso y divertido».