La travesía por la ACB hasta lograr la permanencia debe entenderse como un mapa que une dos puntos y en el que hay inscritas unas indicaciones que ayudan al caminante a llegar bien a su destino. En ese sentido, el Menorca Bàsquet, tras vencer al Alicante, anda por la buena senda y va cubriendo etapas en dirección a su supervivencia dentro de esta exigente categoría.
El equipo de Paco Olmos está firmando su mejor arranque en ACB en los cinco años que ha estado en la élite nacional. Dos victorias y dos derrotas le acomodan en la duodécima posición, el mejor registro logrado hasta el momento a estas alturas de la competición. En las otras cuatro aventuras el equipo menorquín andaba flirteando con el descenso, ocupando una de las dos plazas que conllevan un boleto hacia la LEB.
El 59-61 milagroso de Alicante ha dejado al Menorca en la posición 12 en la tabla y con seis equipos por detrás. Gran Canaria, Valencia, Estudiantes, Granada, Manresa y el propio Meridiano arrastran un registro más pobre que el del equipo menorquín hasta el momento. Algo que no había pasado nunca.
En el curso del debut, en la quinta jornada el Menorca todavía no se había estrenado en ACB y el único motivo por el que no ocupaba la última posición fue por el desastroso basket average que coleccionaba el Estudiantes, en un año en el que se salvó en la última jornada. En ese momento, el Menorca de Curro Segura había caído ante el Cajasol, el Gran Canaria, el Fuenlabrada y el Real Madrid, de forma clara.
En el 2006-2007, la historia era similar. Curro Segura estaba quemando sus últimos cartuchos y el nombre de Ricard Casas empezaba a sonar. El Menorca era último aunque con un triunfo y empatado con el Unicaja, Bruesa y Valencia. El arranque de temporada había deparado duelos ante rivales que no debían luchar por el mismo objetivo que los menorquines, que cayeron ante el Joventut, el Real Madrid y el Valladolid, y ganaron al Caja San Fernando (83-74).
En el tercer año ACB, de nuevo el Menorca se ahogaba al fondo de la clasificación con un 0-4 lapidario. El equipo por entonces entrenador por Ricard Casas había cedido ante el Manresa, el Girona, el Valladolid y el Joventut, sin haber podido pelear por la victoria en ninguna de esas ocasiones. Era la mejor plantilla de la historia del club en ACB y acabó firmando su mejor año aunque no estuvo matemáticamente salvado hasta la última jornada.
La temporada 2008-2009 tuvo un arranque similar a su predecesora. Salida de cuatro derrotas aunque el equipo tuvo el triunfo a tiro en casa ante el poderoso Baskonia (77-79) y ante el Joventut (73-75). Bilbao y Murcia también asaltaron la banca menorquina en aquella ocasión que tuvo el peor desenlace posible, el descenso a la LEB, con Javier Imbroda al timón.
Ahora, con Paco Olmos, el equipo ha encontrado su estilo y ha resuelto los choques ante rivales directos de la mejor forma. Valladolid y Alicante son sólo los primeros.