Las caras que portaban los jugadores del Menorca Bàsquet tras la ducha hablaban por sí solas.
"El vestuario está muy mal, hemos tocado fondo... Habíamos preparado el partido para volver a ganar en casa y nos hemos ido diluyendo", confesó Diego Ciorciari, que vio clave en el tercer cuarto haber "fallado algunos tiros claros y cuando hemos querido estar agresivos ha sido demasiado tarde".
Otro aspecto que también condicionó el partido fue el rebote, donde el equipo estuvo desaparecido. El base, en parte, lo justificó subrayando que "Víctor y Jakim se han cargado de faltas demasiado rápido y son los que más juegan por encima del aro y lo hemos notado".
Pero Ciorciari advirtió que "no podemos pasar página tan rápido porque entraríamos en una mala dinámica; tenemos que analizar dónde hemos fallado y corregirlo" ya que de cara al domingo, ante el Manresa, "nos encontraremos un equipo muy parecido al nuestro, hay que igualar su defensa, trasladarles la presión a ellos y buscar nuestra opción en los últimos minutos".
Igual de dolido se mostró Diego Sánchez, que aseguró que "es el partido que todos queríamos ganar y no ha podido ser, de nuevo". El alero admitió que "es una situación difícil, nadie contaba con perder seis partidos seguidos pero mañana -hoy para el lector- debemos tener la mente limpia".
La parte positiva del encuentro para el asturiano es que "hay que hacer un ejercicio mental y pensar que esto es largo y que una victoria en Manresa cambiaría la dinámica".
El escolta Rafa Huertas, que firmó un buen partido, admitió que "duele porque el equipo empieza los partidos con ilusión pero cuando llegan los problemas no levanta cabeza".
Con todo, quiso destacar que "queda mucha Liga y las oportunidades van pasando; con la plantilla que tenemos no podemos estar atentos a los que van ganando o perdiendo; tenemos que imponernos el máximo de partidos en casa".
El jugador lamentó la derrota y otros factores que se dieron en el Pavelló. "Somos personas y cosas nos duelen, los silencios, las derrotas... En casa duele más", dijo Huertas que espera ganar en Manresa.
Reynés: "Les pido que se levanten y que vayan a Manresa a morir"
Benito Reynés, presidente del Menorca, se mostró afectado por la derrota pero pidió a sus jugadores que "se levanten, que sigan entrenando y que vayan a Manresa a morir".
El máximo dirigente del club admitió que "tenemos plantilla para luchar entre las últimas cinco o seis plazas y salvarnos" y añadió que "al aficionado sólo le puedo pedir perdón, pero también pido que sea paciente, que el camino a recorrer es muy largo y que necesitamos que todos nos apoyemos entre nosotros para lograr la salvación".