Cerca, muy cerca se quedaron los jugadores del Menorca Bàsquet de culminar una importante remontada y por ello los rostros de los protagonistas fueron sombríos. "En la primera parte nos han dominado el rebote en ataque y lo han aprovechado para anotar", comentó Urko Otegi, que desveló que "en el descanso lo hemos hablado y hemos sacado nuestro orgullo y nuestro carácter y sabíamos que si igualábamos el partido se pondrían nerviosos".
El capitán lamentó que su equipo no hubiera tenido "la misma intensidad del segundo tiempo en el primero" y comentó que, ante el parón que provoca la Copa del Rey, "ahora tenemos que desconectar un poco, descansar pero sin olvidar que el próximo partido es una final y que si lo ganamos daremos un paso importante".
Rafa Huertas aseguró que el equipo hizo "un esfuerzo final en el partido" que no se culminó con la victoria y reconoció que "ahora estamos tristes pero creo que el parón nos vendrá bien para desconectar, estar con la familia y recargar fuerzas", de cara a afrontar el parido en casa ante Alicante.
"Parece que contra nosotros todo el mundo es capaz de meter más puntos y acabamos pagando más caros los errores que cometemos", dijo Huertas, que admitió que "les hemos puesto nerviosos pero han sido capaces de aprovechar tiros complicados"
Ciorciari puede ir a más
Otro jugador que se mostró triste fue Diego Ciorciari, que apuntó que "hemos fallado canastas fáciles que en un partido tan igualado, no nos lo podemos permitir" y explicó que el Menorca está "demostrando que en los momentos complicados podemos anotar pero no estamos finos".
El base italoargentino restó méritos a su aportación personal, destacada por Paco Olmos en la rueda de prensa tras el partido, y admitió que "trato de hacer lo mejor para el equipo y hoy -ayer para el lector- me he acercado a mi mejor forma pero todavía me falta para ser el del principio".