Otro partido y, por tanto, otra oportunidad la que se le presenta este mediodía al Menorca Bàsquet en Zaragoza para capturar un triunfo que, lamentablemente, se le resiste desde hace ocho jornadas. Es el conjunto de Paco Olmos el único equipo de la ACB que aún no ha saboreado la victoria en la segunda vuelta del campeonato y ese es su objetivo en el majestuoso Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza que, dicho sea de paso, no se le da nada bien al Menorca.
La realidad ha situado ya al grupo menorquinista en otra Liga distinta a la del CAI pese a su trayectoria paralela en las dos últimas temporadas. Ambos descendieron hace dos años y ambos volvieron a ascender al término de la campaña anterior. Pero en la actual sus caminos se han distanciado. Mientras el del Menorca sigue, de nuevo, el rastro de la Adecco LEB Oro, el del CAI ha entrado en el desvío que puede llevarle al play-off por el título. Es la consecuencia del notable trabajo de su técnico, José Luis Abós, artífice del ascenso directo, y el buen manejo de una plantilla claramente superior a la que ha que tenido Paco Olmos para trabajar en este ejercicio liguero.
Con este perfil diferente aparece el choque de este mediodía en el que el Menorca sólo se plantea ganar sin observar el desértico aspecto que ofrece su clasificación. Y hace bien, como apuntaba ayer Olmos, porque ese es el único clavo ardiendo al que puede agarrarse mientras el cálculo aritmético le conceda opciones de permanencia. Y es que la victoria del Manresa ayer en Granada todavía complica más las opciones de permanencia.
El choque frente a los manos ofrece al menos un dato para el optimismo. Éste se centra en la reacción que experimentó el Menorca el pasado domingo frente al Barça cuando se atrevió a jugar sin la ansiedad que le acompaña normalmente, y en la posibilidad de que el CAI, con las bajas de Phillips y Riera, acuse el cansancio de haber jugado un partido aplazado entre semana frente al Fuenlabrada. Por contra, la realidad envalentona a los de Abós porque aún pueden soñar con entrar en el play-off y porque se encuentran, quizás, en el mejor momento de la temporada (vienen de ganar en Sevilla y al Fuenla).
El temible tiro exterior de un equipo en el que casi todos sus hombres lanzan desde el perímetro (Barlow, Quinteros y Toppert, por encima del 40 % en triples) es el arma fundamental del conjunto. Hettsheimeir, Barlow y Aguilar aportan poderío en el rebote y también soluciones ofensivas al grupo, todos bajo la magistral y experta dirección de Carlos Cabezas, el jugador más valorado de este CAI Zaragoza, incorporado ya con la temporada iniciada.
En el Menorca Radenovic se vestirá de corto pero muy probablemente no podrá jugar al no haberse restablecido de su esguince en el tobillo.