Faltan dos partidos para que expire la Liga y el Menorca continúa en estado comatoso pero agarrado a sus constantes vitales tras tumbar ayer a su último rival directo, el Manresa, en Maó (71-65).
El milagro todavía es factible aunque las opciones son mínimas porque pasan por ganar los dos partidos que restan –Bilbao y Real Madrid– y que el propio Manresa los pierda.
El grupo de Olmos prolongó su agonía una jornada más a partir de su octava victoria en la Liga que capturó, sencillamente, porque fue mejor que su rival, se apropió del rebote, por una vez le entraron los triples, y en el contacto físico no tuvo rival. Hay vida, por tanto, hay esperanza al menos durante tres días más.
Sólo en el inicio del juego el Manresa tomó la iniciativa gracias a la movilidad de sus postes, Majstorovic y Slokar que desajustó la defensa dispuesta por Olmos, plena de alternativas y, de salida, con Limonad sobre el base catalán, San Miguel. Así los del Bages colocaron un parcial de 2-12 (4-14 a 4'21) que obligó al técnico menorquinista a detener el encuentro.
La reacción no se hizo esperar porque pese al esfuerzo del Manresa por dormir el juego con lentas transiciones, los triples de Radenovic y Limonad impulsaron un 10-0 con el que el Menorca entró de nuevo en la batalla (14-14). Slokar, con dos faltas, ya estaba en el banquillo y Ponsarnau había permutado a todo el equipo salvo a Majstorovic. Olmos, ahora con Otegi y Sanders, había conseguido cerrar el rebote y el partido alcanzaba su primer parón con empate a 18.
La tendencia alcista del juego local se acentuó en la reanudación con un parcial de 7-0 que le permitió gobernar el partido (25-28 a 7'23). Otegi, cazador de balones en el rebote ofensivo, y Caio se hicieron fuertes en la zona al tiempo que Ponsarnau recurría al veterano Lewis pero su defensa zonal no abortaba el ataque del Menorca. Un nuevo triple de Diego Sánchez y el dinamismo de Otegi incrementaban la renta al descanso hasta los 9 puntos (35-24).
Un triple de San Miguel y otro de Grimau revitalizaron al Manresa en el nacimiento del tercer acto porque condujeron aun parcial de 9-2 (36-34) que contrajo el marcador. Olmos respondió dando entrada a Sanders y Donaldson por Victor y Radenovic. El Menorca volvió a cerrar el rebote a partir de su superioridad en el contacto físico y reaccionó con otro tanteo de 7-0 que le devolvió el mando del partido (43-34). Con Majstorovic lesionado, Montáñez tomó la responsabilidad para detener el avance local con un nuevo triple y cuatro puntos más desde el tiro libre.
El Menorca desperdiciaba una antideportiva rigurosa a Slokar para romper el partido con 48-38 en el luminoso y tras poner la máxima renta (50-38), el partido alcanzaba su tramo definitivo con 56-45. Un triple, desde 7 metros sobre la bocina, de Caio Torres amortiguaba la reacción catalana y concedía 11 puntos preciosos a los locales para defender la victoria.
Otro triple de Diego Sánchez reanudó el juego y puso la máxima ventaja del partido para los menorquinistas (59-45). La presión se apoderó entonces del Menorca que perdió el aro rival de vista y erró tres tiros libres consecutivos. Montáñez, enorme, junto a Slokar tiraron de los suyos y metieron al equipo en el partido con un parcial de 1-8 a 3 minutos del final (62-59).
Olmos retiró a un desacertado Donaldson y las canastas de Radenovic, providencial, y Limonad más una antideportiva a Gladyr sobre Otegi le permitieron defender los 8 puntos de renta pese a los tiros libres errados por Urko que subsanó Victor con la canasta posterior (68-61).
En el último minuto la victoria ya era un hecho (71-65).
"Sería un sueño llegar a la última jornada con opción"
Paco Olmos, técnico del Menorca se felicitó por la subsistencia del equipo y dijo que "seguimos con la esperanza, la opción y estamos en la liga aunque sea con dificultad máxima". Por tanto, añadió, "el grupo demuestra honestidad y esfuerzo en no dejarse ir no sólo hoy sino los últimos 6 o 7 partidos en los que hemos competido muy bien pero nos ha faltado el premio".
Para Olmos la conclusión es que "el equipo está a punto y va a luchar por la mínima opción que haya; podría ser un sueño llegar aquí en la última jornada con alguna opción pero para eso hay que ganar en Bilbao, cuando ya sabremos si nos sirve porque el Manresa juega el jueves. Lo normal es que los dos jugásemos a la misma hora, el mismo día".
Respecto al partido explicó que "salvo el arranque inicial en el que entramos fríos, luego hemos corregido y la rotación de Melvin y Urko nos ha dado ese espíritu; hemos cerrado la defensa y atacado bien en estático". Luego, añadió que "sus zonas nos han parado un poco, han tenido el momento de Román, pero nosotros hoy, como no es normal, hemos tenido acierto en el triple y pese a la ansiedad final creo que somos justos vencedores. Hemos ganado a uno de los equipos a los que podemos en el contacto físico".