Paco Olmos dio ayer por clausurada su etapa como entrenador del Menorca Bàsquet con una amplia entrevista en la que se repasaron todos los temas que han afectado al equipo y al club a lo largo de esta temporada en la que no se ha podido lograr la permanencia en la ACB. El valenciano dejó entrever su disgusto no tanto por el fondo sino por las formas en las que se dio su no continuidad en la Isla, mostrándose igual de honesto que el primer día en Menorca, y por primera vez se refirió a las carencias con las que ha tenido que trabajar esta temporada. La entrevista, que ayer ya se emitió en Televisió Menorquina, será repuesta hoy a las 12.45 horas.
Se acabó su etapa en el Menorca.
Así lo ha marcado el club. Es una situación de 'shock' marcado por el concurso de acreedores. No sabemos muy bien el perjuicio que nos causará. Han sido dos años muy intensos. Me quedo con el esfuerzo de los jugadores, la ayuda del cuerpo técnico y sobre todo las muestras de cariño muy similares a la del año del ascenso.
¿Un balance general?
Es difícil. Vine por ambición y por retos. No vine por ganar dinero y me voy cuando el club me debe económicamente mucho. He intentado ser honesto y trabajador. Dos años trabajando desde las 8 de la mañana, abriendo yo el propio Pavelló, teniendo pasión por este deporte. He vivido las dos caras del deporte, la alegría del ascenso y la decepción tras un año en el que con un mayor esfuerzo que en el primer curso no hemos conseguido la permanencia.
¿Que ha aprendido del Menorca y qué legado le deja usted al club?
He aprendido otra forma de dirigir el club, otra jerarquía y sobre todo, que esto que te cuentan de que la afición de Menorca es diferente, es una realidad. Es el activo real que tiene el club y por lo que tiene que luchar. Yo le dejo mi trabajo, mi experiencia, mi honestidad, mi comportamiento de hombre de club, unos valores que van con mi forma de trabajar. Tengo la conciencia tranquila de haber hecho todo lo posible y más, pero la decepción de no haber conseguido el objetivo.
El año pasado su tenacidad y su trabajo, además de los buenos mimbres le permitieron lograr el ascenso cuando casi nadie ya creía en ello. ¿No ha bastado este año?
Han sido los mismos valores pero con distintos mimbres. El año pasado teníamos una plantilla para el ascenso, no éramos el mejor equipo. El éxito fue de todos, con una participación muy activa de los jugadores. Este año hemos empezado cojos y hemos terminado cojos. No hemos tenido los medios suficientes. Este proyecto queda totalmente manchado por la situación económica, que ha sido una realidad. La idea era empezar muy justo y dotar a lo largo de la temporada pero no se ha hecho. No puedo echar nada en cara a mis jugadores porque hemos sido la parte del club que menos nos hemos ido de la Liga. No sé porque después de Alicante parecía como si ya se hubiera descendido. El equipo tuvo un mazazo inmediato en Granada pero se levantó y fue a por el Tau, a por el Barça, a por el Sevilla.
Sí, pero las derrotas ajenas mantuvieron las posibilidades del equipo. Si no el descenso quizás se hubiese consumado antes.
Está claro. Sabíamos que con siete victorias no nos íbamos a salvar, que hacían falta 12. Llegó un momento en que la losa se hizo muy grande. Ves que la gente no cree cuando entre todos tendríamos que haber apretado más. La sensación que queda es que se descendió mucho antes de lo que fue realmente.
¿Le queda la sensación de haber fracasado si piensa que se podría haber hecho algo más?
En absoluto. No eludo mi responsabilidad. 'Fracaso' es una palabra muy importante y que se produce cuando no lo intentas, te dejas ir, cuando no tienes la conciencia tranquila o no eres profesional y eso no me lo pueden reprochar. Me voy decepcionado porque ha habido muchos 'uys', muchas posibilidades, y eso es un golpeo continuo en el ser humano y en la figura del entrenador, que tiene gestionar el grupo. Creo que la palabra fracaso es demasiado gorda por como empezó este proyecto en la ACB.
¿Qué cuota de responsabilidad tuvo en la confección de esta plantilla?
La que me toca como entrenador. Había jugadores con contrato que se tenía que respetar porque la situación económica ya no permitía rescindirlos. La comisión técnica iba ofreciendo las opciones en cada posición. No eran opciones muy importantes, ni nombres de la Liga pero se me dijo que esto era lo que había y había que aceptarlo.
Aceptó un segundo base con mucha proyección pero sin experiencia, la falta de un 'cinco' nato y de un buen tirador...
Tengo que aceptar lo que ofrece el club o no seguir porque me dicen que esto es lo que se puede fichar. Comento que iremos muy justos, que la ilusión nos va a impulsar pero que los rivales nos conocerán rápido y que esta no es solo una Liga de fe, ilusión y esfuerzo. La situación económica es la que es. No digo que sea el presupuesto más bajo, porque lo desconozco, pero pongo mis dos manos a que esta es la plantilla más barata del campeonato y quizás de la historia de la ACB. 'O lo coges o no lo coges'. Lo asumí, intenté hacer un equipo competitivo, como ha sido. No es un fracaso, yo creo que el Menorca, así lo marca su primer ascenso, tiene que estar en el límite de ascenso y de descenso. Ojalá un día llegue el ascenso definitivo pero necesita una inyección económica muy importante. Llegué a un club con unas deudas muy importantes, hice un equipo justo, donde los premios económicos iban a venir por objetivos. Se lograron pero no llegaron los premios. En el segundo año hemos afrontado un economía de guerra en todos los ámbitos, también el resto de trabajadores, y siento que me marcho dando viabilidad al club.
¿Qué quiere decir?
A partir de ahora el Menorca no tendrá problemas. Los trabajadores cobrarán al día con el concurso de acreedores, según nos han informado, quedará una deuda ahí apartada que se irá negociando y todo el mundo que entre en el club estará al día.
Durante la temporada le ofrecieron varios jugadores hasta que se decide por Sanders, ¿es cierto?
- Cierto con connotaciones. Todo el equipo venía de la LEB, menos dos o tres jugadores. Le dije al club que la solución no pasaba por traer más jugadores LEB, los que me ofrecían. Para poner cantidad ya contábamos con los jugadores del Alaior, faltaba pulso. Apareció algún nombre importante que se desvaneció y Melvin fue el plan SOS.
En ese mal momento la directiva le mantiene en el cargo igual que el año pasado. Ahora, por el tono de su discurso, parece que se va dolido, ¿no?
El primer año me mantuvieron los jugadores, lo tengo claro. Sé las reuniones que hubo y me mantuvo el núcleo duro del grupo. El club optó por mantenerme y estoy muy agradecido. He perdido mucha salud y he tenido momentos malos para intentar salvar este proyecto. No soy un gran padre de familia porque antepongo mi trabajo y tengo mucha suerte de tener la familia que tengo. Cualquier otro entrenador hubiera deseado que lo cortaran. Le hubieran pagado, hubiera recortado problemas de salud. Tras Granada el club me tanteó y yo les dije que necesitaba que confiaran en mi. Tuve una reunión importante en la que el club me reconoció que no me había dado los medios. Entiendo que el club tanteara mi fuerza y yo manifesté mi compromiso absoluto con el Menorca fortaleciendo el grupo ante el Barcelona, donde había miedo de que nos ganaran de 50 o 60. Manifesté mi honestidad.
¿Valora que la directiva no optara por destituirle?
Estoy muy contento de haber estado dos años aquí y muy agradecido a todos los que creyeron en mi. Lo he dado todo.
¿Ha dado más de lo que el club le ha dado?
Yo lo he dado todo. El club tendrá que valorar si lo ha hecho.
La derrota contra Alicante es el punto de inflexión, ¿no cree?
Quedaban 11 jornadas. El director general comentaba que cuando a un partido de este tinte se le tacha tanto de final y detrás no hay un título las decepciones son grandes. Sí que era un partido importante de cara a la clasificación. Fue un mazazo porque fue falta a Ciorciari, no hay duda. Volvió a ver una posibilidad de ganar. No fue que el Alicante nos sacara del partido. Algún jugador lo sintió más. Fue la época que teníamos muy castigado el tobillo de Ciorciari, lo normal era que no jugara y él quiso jugar. El problema fue que a las 48 horas nos encontrábamos al Granada. Debíamos volver a ubicarnos y ahí demostramos que el mazazo de Alicante lo estábamos dando por definitivo. A partir de ahí hicimos una visión global, el equipo se reactivó. En el club y todo el mundo habló del partido del Alicante.
A usted le ofrecen la renovación, la cierran pero el contrato nunca llega. ¿Hasta qué punto le decepciona este cambio?
Estoy agradecido que en una situación complicada me ofrecieran continuar, siguiendo la mentalidad de generar proyectos del director general. Se lo agradecí, di por bueno que se negociara. El problema no era el tiempo ni el dinero. El contrato estuvo yendo y viniendo, del club a mis agentes y al revés, hasta que en la Copa me dijeron que el acuerdo estaba cerrado y el contrato llegaría a la semana siguiente. Que el club no me lo diera o que sólo tuviera validez si seguíamos en ACB, eso se da por hecho. Me hubiera hecho más ilusión dejar al club salvándonos, soy así. Ese contrato no llega y en un momento dado lo pregunto y me dicen 'no hace falta'. Si se iba a dar cuando nos íbamos a salvar ¿por qué lo ofrecen en enero si no va a tener validez? Estoy muy agradecido al Menorca que me ofreciera continuar, no entiendo porqué se perdió en el camino pero sé que cada club tiene una política. Soy un entrenador jerárquico y respeto la decisión.
Al club no le gustó que usted se avanzara a los acontecimientos. Humet, que dijo que las decisiones se toman en reuniones y no en ruedas de prensa, dejó entrever que usted se encargó de publicitar la situación, primero anunciar la renovación y luego que no seguía...
Sé porqué dije en la rueda de prensa previa al Madrid, cuando el descenso ya estaba consumado. Que quizás me equivocara o no, es lo único en lo que puedo haber sido egoísta. Sabía lo que iba a pasar y ha pasado. A mi me lo había dicho el club por mucho que se diga que fue en una comunicación privada. No me arrepiento en absoluto, lo único que quería era despedirme de mi afición en la pista, así se lo dije a Oriol y a Benito, porque he tenido un afecto que me tiene alucinado. Sólo he ganado siete partidos. Sólo siete. Ha sido increíble el afecto y lo he hecho por ellos. Por eso magnifico en los ultimos días su cariño. Era mi forma de poder agradecerlo. No quería salir en una rueda de prensa y decir que no continúo. Expliqué porque hice eso y puede que me haya equivocado. Si hubiera tenido opciones de seguir no lo hubiera hecho. No soy un héroe, ni hombre de titulares pero sabía que no iba a seguir, por mucho que no me haya gustado lo que he leído en los últimos días, y así lo he hecho saber, pero me voy del club mirando a los ojos a todo el mundo.
¿Cómo se tomó que el club presentara concurso de acreedores?
El deportista tiene unos buenos sueldos pero ninguno en el Menorca se ha hecho rico. Es un grupo de jornaleros, que necesita su dinero para vivir. En dos años no he ido ninguna vez al club a pedirle el dinero. El año pasado hubo el retraso de los bonus, se dijo que se pagarían al final de temporada, septiembre, octubre, noviembre, diciembre… Luego ha habido retrasos en los contratos, llámese ayudas, imagen, nóminas. El club siempre nos ha pedido paciencia, dando la cara el presidente, pidiendo que no denunciáramos porque si él no podía pagar se podría recurrir al aval. Ni nos han pagado ni nos han dejado la opción de ir al aval. El detonante ha sido el problema con Sunil Bhardwaj, pero hemos pagado muchos justos. Me deben mucho, me siento uno de los más afectados y lo veo injusto porque lo he dado todo, recibiendo muy buenas palabras y la solución ahora es que soy un acreedor y uno más en la masa. Si había que hacer el concurso faltó más tacto. Se nos informó media hora antes que a prensa. Si tanto cariño y tanto afecto ha habido y tanta entrega por parte de todos los trabajadores hay que darse cuenta que estaba claro que había gente que no iba a seguir. El presidente me ha reconocido que ha pagado los platos rotos. No por eso puedo quitar de mi cabeza los dos años que he pasado aquí maravillosos. Me volvía loco volver a la ACB por jugar a este nivel, tener esta estructura, trabajar a destajo con seguridades. Es muy sencillo, en poco tiempo se firmará a un entrenador, Paco Olmos se marchará y se olvidará.
¿Denunciará al Menorca?
No estoy muy enterado. Según me explicó el abogado todo tiene carácter retroactivo. No tiene validez. Mi duda es qué solución tiene el club físicamente cuando en unos meses estará regido por otra institución. Lo que sí que sé es lo que me ha afectado inmediatamente. Lo que íbamos a cobrar en poco tiempo del aval, no lo cobraremos, y seré uno más ante la gente sin escrúpulos que el club ha puesto al mando. No vas a cobrar lo que has trabajado aquí dignamente.
Una lástima este desenlace a dos años globalmente buenos.
Estoy seguro que el club se ha visto obligado a esta situación. Nunca dejaré de decir que Benito Reynés es muy buena persona. Está mal aconsejado en algunas cosas. Si se ha llegado a esta situación es porque están ahogados. Pero preguntas y te comentan que habría otras opciones, o haber optado por hacerlo en otro momento. Es un poco fuerte pero es lo que hay y hay que asumirlo. Gracias a todos los jugadores y a todo los miembros del cuerpo técnico y a toda la gente por el afecto y cariño de toda la gente. Nunca había sentido ese calor en un momento tan difícil. Suerte para Menorca que todo el mundo se conciencie de que es un club ascensor y ojalá que la próxima vez que suba dure más porque le deseo lo mejor, de corazón.
¿Tendrás equipo la temporada que viene? ¿Se sabe algo ya?
Es complicado. Al final los que más papel tienen son los que sufren más los daños colaterales. Hay un descenso que es difícil por mucho que haya un reconocimiento al trabajo…
Todos los entrenadores rivales le han puesto por las nubes…
Pero no son los que fichan, son los clubes y es un momento difícil para el baloncesto, con pocos huecos, pero hay que terminar de la mejor forma posible, digerir todo lo que está pasando y esperar el futuro abierto a poder seguir entrenando porque no sé hacer muchas más cosas.