La cautela y el trabajo de despacho son la tónica en el mercado de fichajes durante estas fechas en la mayoría de deportes de élite y, por supuesto, en el mundo del baloncesto. Es algo ya habitual y, por supuesto, ahora está aumentado por la crisis económica.
En la LEB Oro, los únicos equipos que, hasta el momento, están moviendo el "mercato" son Breogán, Melilla, Iruña Navarra y CB Canarias. Todos ellos, junto con el Menorca Bàsquet, confirmada hace días la llegada del base Dani Pérez y, de "facto", la del escolta Romà Bas.
Una de las operaciones en las que el club de Bintaufa ha mostrado más empeño es la del joven base David Navarro. Captado la temporada pasada desde Girona por el técnico entonces del Valencia Svetislav Pesic, el hecho de ser un director de juego todavía en fase de formación y el gran final de temporada que ofreció en el equipo ahora entrenado por Paco Olmos despertó el interés del Menorca Bàsquet, considerando que se podían satisfacer dos empeños: el del club de tener un jugador joven y de calidad, y el del mismo jugador de tener muchos minutos de juego liderando un equipo con el que progresar en su carrera.
Sin embargo, la dilación en la respuesta del jugador a la oferta de la SAD de Bintaufa -dos años con opción a un tercero y estar entre los mejores pagados de la plantilla- está agotando la paciencia del Menorca, que han sondeado otras alternativas ante la sospecha de que el jugador esté apurando la espera por querer continuar compitiendo en la ACB.
La principal y reconocida por el mismo club es la del escolta islandés de 29 años y 1'96 metros Jon Stefansson. El jugador ya fue objeto del deseo de Bintaufa hace dos temporadas y tiene una dilatada experiencia. Incluso ha militado en la NBA con Dallas Mavericks en diversas fases, aunque sin debutar, y ha jugado en la Superliga Rusa (San Petersburgo), Lega Italiana (Napoli) y, en la ACB en el antiguo Pamesa Valencia y en el CB Granada, último club donde ha jugado y del que se desvinculó al finalizar el campeonato.
A pesar del interés mostrado y reconocido por el Menorca -el mismo Tisi Reynés lo nombró en IB3 junto con un listado de posibles opciones-, la cotización del jugador podría ser un hándicap: en el club nazarí su salario rondaba los 130.000 euros. De mantenerse ese precio y dada la situación de los menorquines, el esfuerzo sería tremendamente importante. Además, el islandés podría tener alguna "novia" en la ACB, y desde Granada se indica que el CB Murcia podría estar al acecho.
Ni que decir tiene que la calidad del jugador sería muy determinante en una competición como la Adecco LEB Oro. En su último año en Granada fue uno de los jugadores destacados, a pesar de que no pudo evitar el descalabro del equipo andaluz y el consiguiente descenso a la misma categoría donde la institución granadina y el Menorca Bàsquet se encontrarán.