Partidos como el de esta tarde, a parte de sufrirse, se disfrutan. Llega al Pavelló Menorca el actual mejor equipo del campeonato, líder claro, para poner a prueba la primera mini-racha del Menorca Bàsquet. El equivalente a Madrid o Barça en ACB cuenta en sus filas con el MVP Jakim Donaldson, ex del cuadro local, y asesino silencioso y preciso que tiene las medidas de la Adecco Oro tomadas. "Tengo claro que jugamos contra el mejor equipo de la competición y así lo ha demostrado tras diez jornadas", declara Josep Maria Berrocal, que es consciente del peligro del encuentro y que sabe que los despistes esta tarde (19 horas) de haberlos deben ser mínimos.
Estadísticamente, el CB Canarias es favorito a todo. Con 94 puntos anotados de media, una valoración global que sobrepasa los 100 tantos y una defensa que deja a sus rivales en poco más de 75 puntos, la tercera más efectiva de la tabla. El Menorca suele llegar a los 80 puntos a favor por los 76,2 en contra con una nota de 82,5. Números a parte, los locales llegan con la moral a tope y en franca mejoría tras encadenar tres triunfos ante tres rivales directos en la cumbre de la Liga mientras que los pupilos de Alejandro Martínez, que ha cedido el cartel de favorito al Menorca, pisan la Isla con sólo dos derrotas y un recital ofensivo en cada choque.
Berrocal sabe que el Canarias no va a dejarse de historias. La estrategia del combinado amarillo y negro consiste en marcar un ritmo muy alto del partido que le genera superioridad en zonas donde lo suelen aprovechar como en los lanzamientos abiertos del pívot Richi Guillen, un habitual en el perímetro a pesar de sus 207 centímetros. "Me preocupa cómo empieza el Canarias, normalmente anotando muchos puntos, con un ritmo muy ofensivo, y si juegas todo el rato a su compás, jugártela a un 100-99 es un peligro, es un cara o cruz. Y no es lo que queremos", valora el preparador catalán, que advierte que la receta para tener posibilidades es "hacer la mejor defensa del año y llevar nosotros el ritmo".
Otro aspecto que marcará el devenir del partido será si el Menorca es capaz de frenar la pareja de moda: Guillén y Donaldson. Al primero lo buscan "para que tenga situaciones de anotación sin defensa o lanzamientos cómodos abiertos" mientras que al segundo "ya lo conocéis, en defensa, contraataque, penetraciones, es un jugador muy intenso que saca muchas ventajas. Si quieres jugar a su mismo nivel físico, quizás no podrás competir con él. Tienes que adelantarte a sus movimientos, que no pueda recibir tanto el balón, porque cerca de la canasta o de cara puede ser más rápido que nuestros jugadores".
El punto favorable, quizás, es que Guillén y Jesús Chagoyen, han tenido una semana complicada, arrastrando molestias por lo que no estarán al máximo esta tarde. Por parte del Menorca, el alero César Bravo ha tenido molestias y no ha entrenado al ritmo del equipo pero Berrocal espera que estén los once jugadores disponibles, a excepción de Taylor Coppenrath, que sigue su proceso de recuperación.
Berrocal aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento a la afición. "Es el momento de empezar a hablar de lo que tenemos y olvidarnos de lo que no tenemos. Hay un grupo de jugadores nacionales que está haciendo un trabajo extraordinario y una afición que nos está apoyando al máximo, la mejor de la Liga, para recibir al Canarias, que por sus jugadores y características de juego, puede aspirar perfectamente a subir a la ACB. No sé si el campo se llenará o no, pero sí deseo que venga más gente". Tumbar al líder, en cualquier categoría, no es fácil por lo que el Menorca llama a su gente para recuperar el espíritu de guerra.