Todos los condicionantes apriorísticos son favorables al Menorca Bàsquet para que esta tarde eleve su magnífico registro del último mes y medio a siete victorias en los últimos ocho partidos que habrá disputado contando el que le enfrenta al Lobe Huesca.
El grupo de Josep Berrocal despide el año en Maó a lomos de su momento más dulce de la temporada tras ganar en la difícil cancha de La Palma el pasado viernes, y situarse a un sólo triunfo del segundo clasificado. No es que la Copa sea un objetivo -más bien, un obstáculo- pero la marcha del equipo le permite pensar en que aún puede dar alcance al Lleida y al Burgos que le superan en una sola victoria, a tres jornadas del final de la primera vuelta contando con la que se juega hoy.
Se encontrará el conjunto mahonés esta noche con el rival más menorquinizado de la Liga, por la presencia de un hombre de la tierra, Jan Orfila, y tres jugadores de pasado reciente en el club que preside Benito Reynés: Micki Servera, Diego Sánchez y Miguel Angel Montañana. Con la reciente incorporación del americano tirador, Levin Knutson, procedente del Mallorca y cedido por el CAI, el Huesca de Angel Navarro ha ganado en efectividad. Su escolta Leonavicius es un peligro cuando arma el brazo, y junto a Monti, llevan el peso más anotador de un plantel irregular que lucha por eludir plazas de descenso. En su debe figura haber sido el único equipo al que ha derrotado el colista, Clínicas Rincón, aunque también ha sido capaz de ganar en Granada y Logroño. En todo caso, el Menorca es muy superior, especialmente en el juego en la pintura y no debería pasar por muchos apuros para sumar el triunfo.
El Huesca además llega con la baja del pívot de Costa de Marfil, Serge Konan, por problemas en la rodilla, y Navarro también se ha dejado en Aragón al americano Maurice Mcneil, con quien el club negocia la rescisión de su contrato. De hecho ya no jugó el amistoso del pasado martes ante el CAI Zaragoza. Así, sólo contará con tres pívots natos para el partido ante el Menorca.
Josep Maria Berrocal, sin embargo, advierte que este es "un partido trampa. Hay muchos componentes para que sea el típico partido del año que te pasa cuando juegas contra un equipo que parece más débil, antes de Navidad, pensando en las vacaciones, viniendo de ganar en una pista difícil, que vienes de ganar al Lleida". El técnico advierte que "Huesca es un partido difícil, han perdido muchos encuentros por pocos puntos y espero que todo el mundo lo valore con el nivel de dificultad que toca".
A Berrocal le preocupa que el rival llegue "herido, ha perdido y tiene que ganar lo antes posible; tiene cuatro jugadores relacionados con Menorca y que vienen con ganas y es un equipo muy ofensivo, pero que puede defender más de lo que la gente se piensa. Tienen algún jugador muy determinante, Knutson nos hizo mucho daño en Mallorca, Leonavicius es uno de los buenos jugadores de la liga".
El técnico descarta que sus jugadores se vayan a relajar porque "esto no ha pasado nunca, ni pasará. Si hemos aprendido del pasado siendo un equipo nuevo, ya sabemos que si no se da el cien por cien no sirve para nada. Ni un día descansaré para conseguirlo hasta que acabe la temporada". Berrocal reitera que no quiere pensar en lograr la segunda plaza para disputar la Copa "y si ganar todos los partidos posibles".