Las instituciones públicas, Govern balear, Consell insular de Menorca y Ayuntamiento de Maó deben al Menorca Bàsquet 1.251.000 euros que corresponden a diversas subvenciones no abonadas, convenios pendientes y partidas de ayuda al mantenimiento y la gestión del Pavelló que tampoco han sido satisfechas.
De esta suma, un millón de euros se halla documentado, mientras que los 245.000 euros restantes se refieren a cantidades comprometidas la temporada pasada, que sin embargo, no llegaron a ser plasmadas y firmadas, debido en parte a la inestabilidad que ya se advertía en el futuro de la entidad, aunque los representantes políticos de las tres instituciones las han admitido en varias ocasiones.
A esta cifra global que las Administraciones deberán satisfacer tarde o temprano, se suman además, 52.225,84 euros de la ACB por el retorno del fondo de regulación y 19.000 euros más de la Federación Española de Baloncesto a razón del convenio a tres partes junto a IB3, por la promoción del baloncesto.
De esta forma, la suma total de impagos que sufre el Menorca y que imposibilita que sus empleados despedidos el pasado 30 de agosto puedan cobrar las tres mensualidades pendientes y el finiquito, asciende a 1.323.000 euros.
El Govern Balear, el mayor deudor de la SAD con 941.000 euros pendientes, a través de IB3, la Fundació Illesport y Presidencia, dio largas a los administradores concursales en la reunión del pasado lunes dado que sus asesores jurídicos optaron ahora por estudiar la documentación y comprobar la existencia de la misma cuando tanto IB3 como Illesport ya la habían admitido dos meses atrás.
Ayuntamiento de Maó y Consell de Menorca también tienen sumas pendientes importantes comprometidas a través de Presidencia y Alcaldía relativas a la temporada pasada. Estará en juego ahí la palabra de los líderes de las dos instituciones dada ante Benito Reynés, presidente del Menorca Bàsquet.
Consell y Ayuntamiento ya han recurrido a sus servicios jurídicos cuando han sido requeridos para que abonen estas sumas y las del contrato de gestión del Pavelló que tampoco se firmó amparándose en ese vacío. Su voluntad para cumplirlos no parece muy clara.