La dinastía de presidentes del CB La Salle Mahón, interrumpida o confundida con la aparición del fenómeno Menorca Bàsquet, se va a reemprender con Antonio Carreras Benejam. Este mahonés de 44 años mezcla su pasión hacia el baloncesto con la fidelidad al club al que se ha mantenido vinculado prácticamente desde que tuvo uso de razón.
'Carre' hereda la poltrona que prestigió y también deslució a algunos de sus antecesores, una presidencia, en todo caso, que ha marcado la historia del baloncesto insular en las últimas dos décadas. Antonio Carreras aspira a trabajar con sentido común y ganarle terreno al tiempo para, a partir de un planteamiento humilde, conseguir que un club con 60 años de historia vuelva a ocupar la posición que tuvo antes del impacto mediático que supuso el salto al profesionalismo.
Jugador, entrenador de categorías menores y seniors -llegó a ser incluso segundo de Manel Bonmatí en la primera temporada semiprofesional de La Salle en la Liga EBA- y directivo con José Luis Sintes y Benito Reynés, Antonio Carreras asume el cargo con ilusión y responsabilidad.
Finalmente será usted el presidente cuando el año pasado se le relacionó para un nuevo proyecto en la Adecco Oro...
Eso fue una pura invención. Nunca se habló de un proyecto nuevo. Los que estábamos en el grupo asesor en la última etapa del Menorca Bàsquet siempre tuvimos claro que queríamos proteger a La Salle, un club histórico. Cualquier planteamiento tenía que partir de ahí.
Explíquese entonces.
Cuando el Menorca hizo la conversión en SAD podía haberse integrado también al CB La Salle Mahón pero nosotros decidimos mantenerlo al margen y que solo se hiciera con el primer equipo profesional, manteniendo a La Salle por separado por si algún día pasaba lo que tristemente pasó. La continuidad de una entidad histórica como la nuestra no podía peligrar nunca.
¿Cómo entró en este equipo de trabajo?
Tras la desaparición del Menorca quedaba una buena estructura en La Salle pero ya no disponía de la partida que le daba el club profesional. Así juntamos el baloncesto y los padres y entre Santi Obrador, Natalia Solà y Alberto Mal nos convencieron para que nos integrásemos en esta junta.
¿Y la presidencia?
Hicimos una votación entre la junta y salí yo, pero si no fuera por el equipo de directivos que hay, y la aprobación de mi familia no habría aceptado.
Diego Moreno, Paco Llull, José Luis Sintes y Benito Reynés... sus antecesores en el cargo son nombres de mucho peso. ¿Le asusta la responsabilidad?
Asumo que estoy en la presidencia de un club que tiene 60 años de historia que ha llegado a lo más alto. La responsabilidad es grande, pero yo voy a trabajar con los pies en el suelo. Todos fueron grandes presidentes, todos aportaron y nosotros debemos intentar volver a crecer.
¿Qué le gustaría imitar de los expresidentes y qué errores de ellos espera no cometer?
El atrevimiento que tuvieron todos en ciertos momentos y evitar las situaciones personales que vivieron, muy comprometidas y difíciles de asimilar.
Prioridades...
La base, la cantera. El concepto de este club es tener una cantera sólida que vuelva a ser una referencia en la Isla. Contamos con el mejor director deportivo posible, Migue Fernández, y unos entrenadores sensacionales que además son buenas personas.
Pero también La Salle volverá a tener equipo senior...
Sí, es la intención con Tisi Reynés como entrenador. Pero el senior debe ser autosuficiente. Ningún ingreso de la cantera irá para el primer equipo. Veremos donde podemos salir.
¿Primera Balear o Autonómica?
Si finalmente se crea esta Primera Balear o EBA Balear como le pretenden llamar, lo estudiaremos porque podría venirle bien al club para captar socios y dar una referencia a los pequeños.
Pensar en más es imposible, ¿no?
Ahora mismo lo es. Nuestra prioridad es consolidar la cantera y darle la importancia que se merecía y no tuvo en los últimos años del Menorca Bàsquet.
¿Veremos otra vez algún día al club en categoría profesional?
Yo creo que es posible porque Menorca tiene capacidad para estar en la LEB Oro, es su categoría. Estuvimos muchos años con presupuestos modestos y haciendo un papel muy digno. Pero la ACB me parece más que imposible.
El Alcázar lo gana todo en categorías menores por lo que parece haberse perdido aquella rivalidad tradicional...
El Alcázar ha hecho un gran trabajo de cantera de muchos años quizás favorecido porque nosotros no le prestábamos la atención debida. Se ha ganado a pulso lo que tiene ahora y sus cosas buenas pueden ser referencia para los demás. Pero sí me gustaría que volviera esa sana rivalidad que había entre los dos. Que un equipo gane de 50 puntos a otro no me parece bueno para nadie.
¿Qué piensa cuando echa la vista atrás y vio lo que fue el Menorca Bàsquet?
Recuerdo a la Isla unida en un sentimiento y me quedo con la imagen del pabellón lleno en el partido ante el Manresa en el que salvamos la categoría el primer año. Alegría, orgullo.
¿Se pudo evitar ese final?
Visto ahora puedes pensar que sí pero es fácil ver los errores cuando ya ha sucedido. Yo creo que sí se podían haber encontrado soluciones para evitar que desapareciera y haber seguido en otra categoría, pero desgraciadamente también sucedió en otros clubes. Ahora hay que mirar hacia adelante y trabajar con humildad.