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Baloncesto

Llull agranda su leyenda

El base mahonés acumula cuatro medallas con la selección española absoluta, ratificando con ello su vitola de mejor deportista menorquín de todos los tiempos

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El mito se agranda. Sergio Llull abunda con la consecución del bronce en el reciente Europeo de Polonia en su estampa de mejor deportista menorquín de todos los tiempos. Es la cuarta presea que se cuelga el base con la Selección absoluta, cuyo triunfal itinerario inauguró con el oro de Varsovia '2009 y continuó con el de Kaunas '2011, ambos de índole continental, precedente de la plata olímpica con sabor a algo más dada la envergadura del adversario yankie en los Juegos de Londres el verano anterior.

El logro en Liubliana, en cualquier caso, esconde una lectura de doble filo; al siempre preciado valor de un metal internacional se le opone la decepción por no alcanzar final (que habría sido la cuarta sucesiva para la 'Roja') y por extensión no poder equipararse a los extintos y legendarios combinados de la URSS y Yugoslavia, únicos capaces de hilvanar tres oros consecutivos en la historia del Eurobasket. «Queríamos estar en la final, pero el bronce es para estar contentos», analizó Llull ayer a su llegada al aeropuerto de Barajas.

Además, y si bien Llull no vertió crítica alguna hacia la labor de Orenga -discutible la dirección del expívot de Estudiantes en su estreno como seleccionador-, el base mahonés ratificó cuando contó un protagonismo acorde a sus prestaciones su especial querencia para las grandes citas, convirtiendo 21 puntos (cinco triples) para aniquilar a Croacia en la pugna por el tercer puesto.

«Orenga ha dado continuidad al grupo y al trabajo de antaño; llevaba tiempo como asistente y se adaptó rápido a la dinámica del equipo», se limita Llull en su alegato sobre el técnico. Para la hipótesis queda la incógnita de cuál habría sido el decurso del torneo de haber dispuesto el menorquín más presencia en el reparto de minutos aún reparando en sus problemas en el costillar (molestos en la fase inicial). También en la intención táctica del colectivo. Y sin sobrestimar la trascendencia del metal (es el primer bronce que abraza Llull con España), el jugador del Real Madrid evalúa que «hemos realizado un buen torneo», confesando a colación que «siempre se puede mejorar, y no celebras igual este bronce después de haber conseguido dos oros».

Llull accedió a la cita polaca de un cuatrienio atrás para estrenarse con la 'Roja' con el oro de Polonia. Fue el primero para la absoluta y también para su particular currículo. Desde su llegada contó con un impacto especial en el grupo, e igualmente en el juego de este. Su actividad a partir de entonces ha sido permanente entre la élite nacional, probándolo su ininterrumpida asistencia en las convocatorias desde que debutara en Varsovia.

La relación de éxitos prosiguió en Lituania '2011 con otro oro europeo y alcanzó su punto álgido con la extraordinaria plata olímpica en Londres el verano pasado. Sólo la USA de Kobe Bryant y LeBron James cercenó su tránsito. Ahora llega este bronce, meta alcanzada además tras cumplir sus bodas de platino con la absoluta (con la que ya apila más de 75 partidos), preludio de la siguiente gran cita, fijada para el verano a devenir con el Mundial de nuestro país, otro motivo de Sergtio Llull, el mejor de todos los tiempos en Menorca, para agrandar su leyenda como hizo en Eslovenia.

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