Los sueños se cumplen, se quiebran... y también se reemprenden. Raül Timoner Giménez (Alaior, 1997) es la personificación de esa máxima.
El joven base disputa dentro de un par de semanas su primer partido oficial con el West Oaks Academy, instituto de Orlando, Florida, cuyas filas integra desde el estío.
Después del bienio 2011-13 en la factoría del Barça, inconcluso contra su voluntad, este director de juego de instinto depredador e internacional en selecciones de formación experimenta en EEUU, la cuna del basket, una nueva y segunda oportunidad dentro de un escenario de máxima proyección.
A partir del 2 de noviembre, con el enfrentamiento ante el Instituto Elevate inicia un trayecto que le llevará a medirse a varios de los High School más poderosos de Norteamérica. Ohio, Dakota del Sur, Carolina del Norte... son algunos de los excitantes puntos a recorrer por un joven jugador que ya ha suscrito historia.
Lo hizo desde el instante en que cruzó el charco. Nunca antes un menorquín advirtió similar alcance dentro de la estructura atlético-formativa 'yankee' y su triunfo es una realidad, pues más allá del éxito que pueda propagar en el estadio deportivo disfruta de una práctica vital de insobornable valor para el resto de sus días.
Idioma, formación... sin por ello dejar de lado su gran anhelo; ser reclutado por alguna universidad y convertirse en el primer insular en actuar en la NCAA. «Es Diari» se ajusta a la franja horaria de Raül para que traslade a la Isla sus primeras vivencias en suelo americano, para compartir sus sueños. Casi las tres de la madrugada en España, pulsamos a la joya de Alaior...
Lleva varias semanas en Orlando, ¿Qué tal sus inicios, se siente a gusto o echa en falta Menorca y España?
- Empecé la pretemporada al llegar. Fuí el primero en hacerlo y poco a poco llegaron los demás. La verdad es que no creí que estaría tan a gusto, también debido a la gran relación que tenemos los jugadores, incluso con los entrenadores, que viven con nosotros. Somos una gran familia. Lo que más echo de menos de Menorca por supuesto es a mi familia, también a mi novia, amigos, a mi tutor deportivo... Todo en general.
¿Qué es lo que más le ha impactado del cambio?
- La cantidad de entrenos, tres diarios a veces (5 de la mañana, 2:30 de la tarde y 7 de la noche), más una hora de gimnasio entre las dos últimas prácticas. Sabía que aquí trabajaban mucho el físico, pero no imaginé este nivel.
¿Es comparable el basket norteamericano con el europeo?
- Aún no puedo valorarlo, ya que todos lo jugadores del equipo excepto uno son 'overseas' -foráneos. Estoy seguro de que tácticamente sí es comparable, pero físicamente USA le daría mil vueltas a Europa.
¿Le ha costado encajar al margen del ámbito deportivo, a nivel de instituto?
-La verdad, no mucho. El 'coach' me ha dado mucha confianza y eso me ha ayudado muchísimo con la adaptacion. En el colegio lo noté bastante con el idioma las primeras tres semanas, pero ahora lo llevo mucho mejor. También noté que el nivel del colegio es mas bajo, no te lo regalan, pero es más bajo que en España. Vine con la idea primero de aprender el idioma y luego de sacar buenas notas, pero desde el primer día, con la ayuda de los profesores, llevo muy bien los estudios.
¿Es real la sensación que tenemos en Europa de que el estudiante-deportista en USA es casi una deidad?
- No es del todo real, pero algo de cierto hay. Ocurre que a todos los profesores les gusta mucho el baloncesto, y a los que jugamos nos prestan más atención y tenemos una relacion muy 'fluida' con ellos. Pero no te regalan nada, es más, el hecho de tener esa relación y que nos presten más atención, es solo para que trabajemos muy duro y saquemos las mejores notas posibles.
¿El idioma, hasta cuando ha sido un problema?
- Como he dicho antes las tres primeras semanas fueron bastante duras. Aún me sigue costando alguna expresión, pero ya lo entiendo casi todo. Para hablar se complica un poco más la cosa, pero voy mejorando (nos hemos 'comido' bastantes flexiones por mi culpa, con esto del idioma, ya que a lo mejor me decían «pase picado», no lo entendía y lo daba de pecho, y al no entenderlo el 'premio' eran 50 flexiones, ja ja ja).
¿Se ve mucho tiempo en USA, tal vez más allá de su ciclo en High School?
- De momento cumpliré los dos años que me quedan. El futuro ya se verá, depende de muchas cosas.
¿Alcanzar la NCAA es un objetivo para usted?
- Alcanzar la NCAA es el objetivo, sí. Queda muy lejos todavía, pero es mi objetivo. Sé que trabajando duro todo se puede conseguir, pero aún queda mucho camino por delante. Esperemos que algún día pueda cumplir ese objetivo.
¿Volviendo al presente, conoce algo de la competición nortemaricana que en breve va a iniciar?
- No mucho, y además hemos tenido que variar el planteamiento de la temporada. En principio debíamos jugar solo en el Estado de Florida, pero finalmente jugaremos a nivel nacional. Tengo confirmado que iremos a Charlotte, después Ohio, South Dakota, Rhode Island, North Carolina... y algunos que todavía desconozco. El primer partido es en casa ante el Elevate, el 2 de noviembre, y al margen, aquí se disputan torneos de mucha importancia, como el Mike Miller Classic. La temporada termina el 22 de marzo y comprende casi 60 partidos. De momento hemos jugado amistosos, en los que las universidades aprovechan para vernos. Alguna ha contactado conmigo y me han asegurado que seguirán mi evolución. ¡Y el otro día vino a vernos Rick Pitino, exentrenador de la NBA y actual campeón de la NCAA con Lousville!
¿Para finalizar Raül, que objetivos deportivos se marca su equipo para el curso que ahora empieza?
- Intentar estar entre los mejores del país y que todos los jugadores de último año consigan una beca universitaria en la división 1 de la NCAA. Y porque no, también los que no son de último año.