Rozó la machada el Menorca Talaiòtica Sant Lluís ante el potente CB Andratx Giwine al que dio un susto importante, tanto que solo hubo que ver la celebración del banquillo mallorquín en el último minuto de partido. Encuentro meritorio y enorme de los pupilos de Joan Martínez que llegaron a estar 24 puntos abajo en el ecuador del tercer cuarto (33-57) para acabar colocándose con un 65-72 a falta de tres minutos para el final. Los locales, liderados por Pitu Jiménez –25 puntos– y con el apoyo anotador de Miki Ortiz en el último parcial, le pusieron el miedo en el cuerpo a un rival de envergadura, muy físico y con unos porcentajes de tiro elevados.
Pese al 2-6 de salida, Sant Lluís tuvo respuesta para neutralizar su desventaja en centímetros y kilos y con buenos movimientos encontró posiciones para anotar. Un triple de Isma Seguí colocó un 13-8 ilusionante que el Andratx no dejó prosperar para voltear con un parcial de 0-13 con unas decisiones arbitrales contrarias y un triple de Comas.
A partir de aquí, el líder impuso su jerarquía con el dominio de Morales, Molina y Balle en el interior y Comas y Sosa en el perímetro para estirar el marcador hasta alcanzar el descanso (28-42).
La desventaja creció en el tercer cuarto, Andratx mantuvo el alto acierto en el tiro y llegó a su máxima expresión tras una canasta de Ollé (33-57 a 5'15). Sant Lluís reaccionó de la mano de un enorme Jiménez y una buena defensa. Óscar Olivenza quiso parar el partido tras un triple de Pitu y un 2+1 de Barbosa (53-67). Martínez metió a Sergio, con cuatro faltas, para buscar el milagro pero fue Miki Ortíz quien ayudó a creer –siete puntos– para colocar un 65-72 tras un tiro libre anotado por Dani García a tres minutos. En el intercambio de golpes, Andratx anotó y cerró un agónico triunfo.