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Llull, el influjo de la Copa

Llull recurrió a su mejor versión e hizo enmudecer la ‘joya del anillo olímpico'. 23 puntos y 25 de valoración

Llull alza el trofeo conquistado el domingo en A Coruña | Kiko Delgado / EFE

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La coyuntura obliga. La cuarta Copa alzada por Sergio Llull y el Real Madrid el pasado domingo en A Coruña, tercera consecutiva para una dinastía blanca sin parangón en la versión actual de la competición (esto es, desde 1984), invita a rescatar los mejores pasajes que el extraordinario base mahonés ha legado en el decurso de un campeonato por el que irradia un influjo y querencia de lo más especial. Como concierne a los mejores.
No en vano, es la Copa, torneo de corto recorrido y máxima exigencia por la calidad y cantidad de talento que concentra, el baremo perfecto para disociar grandes de mediocres, para diferenciar reyes de peones. Fernando Martín, Nacho Solozabal, Drazen Petrovic, Mark Davis, Arvidas Sabonis, Andre Turner, Pau Gasol, Elmer Bennett, Dejan Bodiroga, Rudy Fernández... la cronología de cuantos se han elevado a deidad en ese marco es ingente. Y en la misma no falta un lugar de privilegio para Sergio Llull. Con motivo.

Con certeza, son varios los capítulos de exuberancia que ha suscrito el base mahonés del Real Madrid en la Copa. El inicio nos remonta a febrero de 2008, entonces con razón de su estreno (también el de un menorquín) en el torneo, terminado en derrota en semifinales ante el Joventut de Rudy y Ricky Rubio, posterior campeón. Aquel fue su primer capítulo. Los cinco más exuberantes los revisamos a continuación.

19-2-2010, Bilbao. Su primera exhibición. El Madrid repite con la Penya, en esta oportunidad en cuartos, que no soporta el aluvión perimetral protagonizado por Llull (90-82). El jugador mahonés suma 29 puntos, idéntica valoración y 6/9 triples (sus cotas máximas en los tres apartados hasta ese entonces). Se perdió la final con el Barça, pero fue el preludio de aquel inolvidable 'roto' al Siena en la Euroliga pocas fechas después mediante el que se granjeó el apelativo de 'El Increíble Llull'.

·19-2-2012, Barcelona. El Madrid llegaba dolido al Sant Jordi. Eran años de hegemonía culé, de continua derrota ante el eterno rival, como en las dos finales de Copa precedentes. Llull recurrió a su mejor versión e hizo enmudecer la 'joya del anillo olímpico'. 23 puntos y 25 de valoración, con una serie de cinco triples, a cual más decisivo, a cual más ganador. Distinguido MVP y 74-91 para el Madrid, registro impensable en esos tiempos. Nunca una conquista fue tan celebrada por la sección. Los cimientos del gran Real Madrid actual se fijaron, a golpe de triple, a golpe de Llull, aquella tarde de febrero de 2012 en el Sant Jordi.

¸9-2-2014, Málaga. 'The Shoot'. Lo tuvo Solozabal en el 88, Djordjevic en el 92, Jordan en el 98... y Llull en el 2014. Gran Canaria y CAI habían quedado atrás en las eliminatorias previas, de nuevo el Barça en la final... El Madrid tenía ganado el título, pero se obnubiló en el último tramo y advirtió descarrilar. 75-76 en contra, restaban pocos segundos, Llull, discreto ese día, abrió el campo por el flanco derecho, recogió un complicado pase de Sergio Rodríguez y dibujó una perfecta suspensión para sentenciar (77-76). Canasta y título. Como los mejores. Simplemente.

¹21-2-2015, Las Palmas. Por vez primera, dos jugadores menorquines rivalizan en un partido de Copa, cruce enmarcado en la 'semi' entre Real Madrid y Joventut. Sergio Llull contra Álex Suárez. La confrontación, histórica desde un punto de vista insular, se prolonga hasta que el base del Madrid decide exhibirse. 19 puntos, cinco triples al 100% de efectividad y una valoración de 23, la más alta del partido. Un día después llega el tercer título, segundo consecutivo.

20-2-2016, A Coruña. Drazen Petrovic, en ese mismo enclave, evitó en diciembre del 88 la tercera Copa consecutiva del Barça de Aíto. Nadie, desde aquellos tiempos, estuvo tan cerca de 'tripitir' en el periodo ACB de la Copa. En idénticas circunstancias se presentó el Madrid días atrás en la plaza gallega. Un competitivo Laboral Kutxa, en una extraordinaria semifinal, indujo a dejar de creer en el sueño de obrar el triplete... hasta que apareció Llull. Último minuto, ocho puntos seguidos para remontar y ganar (80-86). El influjo de la Copa. El 'Granca' de Aíto (el maestro, omnipresente) no basta en la final para vulnerar la leyenda de Llull y del Madrid. Tricampeones de la Copa del Rey. La Copa de Llull.

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